La epidemia de dengue amenaza con volverse la peor en la historia del país
Con más de mil casos denunciados y 500 confirmados, el hecho de que se hayan dado en forma tan temprana genera preocupación
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Por NICOLAS MALDONADO
Con medio millar de casos confirmados y un largo millar de denunciados en catorce provincias apenas iniciado el año, la epidemia de dengue que se desató en el nordeste argentino amenaza con volverse quizás la más grave en la historia de nuestro país. Y es que al acelerar el ciclo habitual de esta enfermedad, endémica en las zonas tropicales, las condiciones climáticas que predominan este verano hacen prever que los contagios podrían seguir multiplicándose durante varios meses más.
El dengue, una enfermedad para la que no hay más profilaxis que los repelentes de mosquitos y contra la que no existe una vacuna aún, comenzó a propagarse este verano –como es habitual- desde Paraguay y el sur de Brasil hacia Formosa y Misiones. Y si bien los primeros casos registrados en diciembre “fueron de personas infectadas fuera del país”, hoy “la mayoría de los existentes son autóctonos”, reconoció el titular de la dirección nacional de Epidemiología, Jorge San Juan.
“Sólo si la gente toma conciencia del riesgo que enfrentamos y comienza a cuidarse vamos a poder evitar que esta sea la mayor epidemia en la historia del país
Al visitar la provincia de Misiones para evaluar la situación, el funcionario de Salud terminó por reconocer lo que ya era un secreto a voces entre los epidemiólogos locales. El dengue “dejó de ser un brote para pasar a ser un epidemia”, dijo San Juan, quien aclaró no obstante que el cambio de categoría no obedece tanto a la gravedad como al esparcimiento de casos.
De hecho, el brote que comenzó en Misiones hace poco más de un mes y donde actualmente hay unos 800 casos “sospechosos” involucra ya a catorce provincias argentinas, entre ellas Mendoza.
De acuerdo con la información difundida el viernes por el Ministerio de Salud de la Nación sólo en Misiones se encuentran en curso 289 casos de dengue, distribuidos mayormente en Puerto Iguazú, Posadas, Puerto Esperanza), Oberá ,Eldorado y Colonia Wanda. Pero también fue confirmada la existencia de personas infectadas en Formosa (74), Chaco (4), Santa Fe (16), Corrientes (21), Catamarca (7), Córdoba (11), Entre Ríos (2), Tucumán (3), Buenos Aires (30), Ciudad de Buenos Aires (18), Santiago del Estero (19) y Mendoza (1).
UN BROTE “ADELANTADO”
Aunque el medio millar de casos que se registran oficialmente hasta ahora están lejos de los 27 mil que hubo en 2009 –la mayor epidemia de dengue sufrida por el país-, no son pocos los epidemiólogos que reconocen que “esto recién está arrancando”, en relación al hecho de que nos encontramos todavía en enero y habitualmente el pico de la enfermedad suele darse entre marzo y abril.
“Se lo esperaba más tarde, pero este año se adelantó a enero, posiblemente por el fenómeno de El Niño y sus consecuencias en la región del litoral”, dijeron voceros del Ministerio de Salud en referencia a las intensas lluvias que, al provocar el desborde de los ríos, dejaron bajo agua millones de hectáreas causando la evacuación de 170 mil personas en Paraguay, el sur de Brasil y el nordeste de nuestro país.
Pero además del aumento de las lluvias, el ciclo de reproducción del mosquito vector de la enfermedad, se vio favorecido este verano para las altas temperaturas. “En Buenos Aires ya tenemos un clima tropical, no baja de 20 grados todas las noches y esto hace que el virus se reproduzca”, explicó Jorge San Juan.
Si a esto se le suma la enorme cantidad de turistas argentinos que, alentados por la devaluación del Real, este verano pasan sus vacaciones en el sur de Brasil, una de las regiones más comprometidas por el dengue, el resultado es un coctel de alto riesgo que, de no tomarse precauciones, podría explotar en uno meses más.
Un dato a favor es que por ahora, según informaron desde el Ministerio de Salud de la Nación, el virus que está circulando es el DEN1, el mismo serotipo que estuvo el año, lo que significa que no habría mayor riesgo de casos de dengue hemorrágico por reinfección.
Como se ha dicho innumerable cantidad de veces durante estos días, el dengue no se cura sino que auto limita al cumplir su ciclo. Mientras tanto causa fiebre alta, jaquecas, dolor en las articulaciones y, en ocasiones, náuseas. Y si bien no suele presentar complicaciones la primera vez puede llegar a ser mortal si se produce un segundo contagio que derive en una variante hemorrágica.
Lo único que funciona por ahora contra la enfermedad es la prevención con iniciativas como las fumigaciones y limpieza de espacios verdes, una tarea que en las últimas semanas han acelerado las autoridades sanitarias argentinas, y la concientización de la comunidad. “Sólo si la gente toma conciencia del riesgo que enfrentamos y comienza a cuidarse –comenta un infectólogo- vamos a poder evitar que esta no sea la mayor epidemia en la historia del país.
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