La inoperancia del Municipio en cumplir son sus funciones y obligaciones nos somete por negligencia a un riesgo de vida.
La infección por dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una enfermedad de variada intensidad. Luego de un período de incubación que puede ser de 5 a 7 días, (se han observado casos con un período de incubación de 3 hasta 14 días), podrán aparecer las manifestaciones clínicas, aunque una alta proporción de las personas infectadas cursarán de manera asintomática
El dengue es un problema creciente para la Salud Pública mundial, debido a varios factores: el cambio climático, el aumento de la población mundial en áreas urbanas de ocurrencia rápida y desorganizada, la insuficiente provisión de agua potable que obliga a su almacenamiento en recipientes caseros habitualmente descubiertos, la inadecuada recolección de residuos y la gran producción de recipientes descartables que sirven como criaderos de mosquitos al igual que los neumáticos desechados. A esto se suman el aumento de viajes y migraciones, fallas en el control de los vectores y la falta de una vacuna eficaz para prevenir la enfermedad.
Estas condiciones ambientales y demográficas son características prácticamente incorporadas a nuestra condición de vida en La Costa, por lo que la inoperancia del Municipio en cumplir son sus funciones y obligaciones nos somete por negligencia a un riesgo de vida.
Este es un pequeño aporte destinado a la población para que conozca los riesgos del Dengue, aunque no deberíamos dejar de lado otros virus Zika, Chikungunya y Fiebre Amarilla transmitidas por el mismo mosquito.
Introducción
Transmisión
Para que ocurran
casos autóctonos de dengue en una población, se requiere la presencia del virus,
del mosquito y de personas susceptibles. Esto está influenciado por algunos
factores ambientales como la temperatura media entre otros, que modifican la
capacidad del vector para el desarrollo de la infección viral y su transmisión
Manifestaciones clínicas
Los signos de alarma son:
¿Cuándo sospechar dengue?
¿Cómo se clasifica el caso sospechoso de dengue?
¿Qué se debe hacer si se confirma caso sospechoso de dengue?
La infección por dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una enfermedad de variada intensidad. Luego de un período de incubación que puede ser de 5 a 7 días, (se han observado casos con un período de incubación de 3 hasta 14 días), podrán aparecer las manifestaciones clínicas, aunque una alta proporción de las personas infectadas cursarán de manera asintomática
El dengue es un problema creciente para la Salud Pública mundial, debido a varios factores: el cambio climático, el aumento de la población mundial en áreas urbanas de ocurrencia rápida y desorganizada, la insuficiente provisión de agua potable que obliga a su almacenamiento en recipientes caseros habitualmente descubiertos, la inadecuada recolección de residuos y la gran producción de recipientes descartables que sirven como criaderos de mosquitos al igual que los neumáticos desechados. A esto se suman el aumento de viajes y migraciones, fallas en el control de los vectores y la falta de una vacuna eficaz para prevenir la enfermedad.
Estas condiciones ambientales y demográficas son características prácticamente incorporadas a nuestra condición de vida en La Costa, por lo que la inoperancia del Municipio en cumplir son sus funciones y obligaciones nos somete por negligencia a un riesgo de vida.
Este es un pequeño aporte destinado a la población para que conozca los riesgos del Dengue, aunque no deberíamos dejar de lado otros virus Zika, Chikungunya y Fiebre Amarilla transmitidas por el mismo mosquito.
Introducción
El dengue es una enfermedad causada por un virus que se
transmite a través de la picadura de un mosquito perteneciente al género Aedes,
principalmente el Aedes aegypti, vector de la enfermedad. Este mosquito tiene hábitos
domiciliarios, por lo que la transmisión es predominantemente doméstica.
En otros continentes, otras especies de mosquitos del genero Aedes han sido
involucradas en la transmisión del dengue.
El virus del dengue pertenece a la familia Flaviviridae y
existen cuatro variantes, los serotipos 1, 2, 3 y 4. La inmunidad es
serotipo-específica por lo que la infección con un serotipo determinado confiere inmunidad permanente
contra el mismo (inmunidad homóloga), y sólo por unos meses contra el resto de
los serotipos (inmunidad heteróloga).
Aunque, en teoría, una persona podría padecer dengue hasta
cuatro veces a lo largo de su vida (una por cada serotipo), hasta el momento
solo se han comprobado hasta tres infecciones en un mismo individuo.
Cualquier serotipo puede producir formas graves de la
enfermedad, aunque los serotipos 2 y 3 han sido asociados a la mayor cantidad
de casos graves y fallecidos.
El dengue es un problema creciente para la Salud Pública
mundial, debido a varios factores: el cambio climático, el aumento de la población
mundial en áreas urbanas de ocurrencia rápida y desorganizada, la insuficiente
provisión de agua potable que obliga a su almacenamiento en recipientes caseros
habitualmente descubiertos, la inadecuada recolección de residuos y la gran
producción de recipientes descartables que sirven como criaderos de mosquitos
al igual que los neumáticos desechados. A esto se suman el aumento de viajes y
migraciones, fallas en el control de los vectores y la falta de una vacuna1
eficaz para prevenir la enfermedad.
Transmisión
En América solamente ha sido demostrada la transmisión del
dengue a través de mosquitos Aedes aegypti. El Aedes albopictus, relacionado a
la transmisión de la enfermedad en otros continentes, solo es un vector
potencial en las Américas.
El Aedes albopictus se encontró en las provincias de Misiones y de Corrientes, pero no asociado a la transmisión del dengue.
El Aedes albopictus se encontró en las provincias de Misiones y de Corrientes, pero no asociado a la transmisión del dengue.
Ambos
mosquitos se desarrollan en envases caseros que puedan almacenar agua, como por
ejemplo tachos, tanques, floreros, porta macetas y otros. También recipientes
extradomiciliarios como aljibes, neumáticos, piletas en desuso, residuos
orgánicos, algunas plantas, botellas, latas, envases plásticos y otros, sirven
para el desarrollo de los mosquitos.
Pueden picar a cualquier hora del día aunque generalmente lo hacen en las primeras horas de la mañana y en las últimas horas de la tarde. En algunas ocasiones, el Aedes aegypti se alimenta en los ambientes interiores durante la noche si hay luces encendidas.
Pueden picar a cualquier hora del día aunque generalmente lo hacen en las primeras horas de la mañana y en las últimas horas de la tarde. En algunas ocasiones, el Aedes aegypti se alimenta en los ambientes interiores durante la noche si hay luces encendidas.
Distribución
El comportamiento del dengue en Argentina es epidémico, y la
ocurrencia de casos se restringe a los meses de mayor temperatura (noviembre a
mayo), en estrecha relación con la ocurrencia de brotes en los países
limítrofes.
Si bien Argentina no ha evidenciado, hasta el momento, una
endemia de dengue en su territorio, se verifica la presencia del vector en la
mayoría de las provincias del país. Por lo tanto, la introducción del virus
dengue se produce a partir de viajeros infectados provenientes de países con circulación
viral. Dicha situación epidemiológica requiere un sistema de vigilancia
altamente sensible para captar cada caso sospechoso. En esta etapa (denominada
prebrote), se requiere contar con información oportuna y pormenorizada de cada
caso que permita la investigación y acciones de bloqueo tendientes a minimizar
el riesgo de transmisión autóctona.
Los brotes ocurridos en el NOA se asociaron a tres de los
cuatro serotipos (DEN 1, 2 y 3), en la
región NEA, se registraron brotes por serotipos DEN 1 y 3. En las regiones Cuyo
y Centro se registró DEN 1 excepto San Juan y San Luis.
Todo caso de dengue
cuyo período de viremia transcurra en el país, constituye un riesgo para la
salud pública y debe desencadenar las acciones de control de manera inmediata
y, en todo caso, en menos de 72hs. desde el momento de tomar contacto con el
servicio de salud
Forma de transmisión
El dengue se transmite por la picadura de un mosquito
infectado con el virus que, para estarlo, debe haber picado previamente a una
persona infectada en período de viremia. Existen además evidencias de la
transmisión del virus dengue entre generaciones de mosquitos a partir del
desarrollo de huevos infectados por transmisión vertical en los vectores
(transmisión transovárica) que carecería de importancia epidemiológica en
nuestro país.
Las
personas infectadas presentan viremia desde un día antes y hasta cinco o seis
días posteriores a la aparición de la fiebre. Si durante la viremia el mosquito
pica a esta persona, se infecta. Luego de un periodo necesario para el
desarrollo de la infección viral en el mosquito (periodo de incubación
extrínseco), éste permanecerá infectante el resto de su vida y con capacidad de
infectar a individuos susceptibles. La duración de este periodo es variable, (7
a 14 días) y, entre otros factores, depende de la temperatura media ambiental.
La enfermedad no se transmite de persona a persona, ni a
través de objetos, ni por vía oral, respiratoria ni sexual. Sin embargo, aunque
es infrecuente, también están descriptas la transmisión durante el embarazo y
la vía transfusional.
Manifestaciones clínicas
La infección por dengue puede ser clínicamente inaparente o
puede causar una enfermedad de variada intensidad. Luego de un período de
incubación que puede ser de 5 a 7 días, (se han observado casos con un período
de incubación de 3 hasta 14 días), podrán aparecer las manifestaciones clínicas,
aunque una alta proporción
de las personas infectadas cursarán de manera asintomática.
Las infecciones sintomáticas pueden variar desde formas
leves de la enfermedad, que solo se manifiestan con un cuadro febril agudo, de
duración limitada (2 a 7 días) a otros cuya fiebre se asocia a intenso malestar
general, cefalea, dolor retro ocular, dolor muscular y dolores articulares. En
no más del 50% de los casos estos síntomas pueden acompañarse de un exantema en
la mayoría de los casos pruriginoso, no patognomónico.
Algunos casos de dengue pueden evolucionar a formas graves
(dengue grave) en las que hay manifestaciones hemorrágicas, pérdida de plasma
debida al aumento de la permeabilidad vascular, (lo que ocasiona un incremento
del hematocrito) y presencia de colecciones líquidas en cavidades serosas
(derrame pleural, ascitis y derrame pericárdico), lo que puede llevar a un
cuadro de shock.
Los
casos de dengue grave son más frecuentes en personas que ya padecieron dengue
por un serotipo (infección primaria) y se infectan nuevamente (infección
secundaria) con un serotipo diferente al que le ocasionó el primer cuadro.
Este fenómeno puede ocurrir hasta muchos años después de ocurrida la infección
primaria, pero no implica necesariamente que toda infección secundaria conduzca
a dengue grave. No obstante, también
la infección primaria puede asociarse a dengue grave, en relación a virulencia
de la cepa o a otros factores del huésped.
Finalmente, existen otras formas clínicas de dengue menos
frecuentes, que se caracterizan por la afectación especialmente intensa de un
órgano o sistema: encefalitis, miocarditis, hepatopatía, y afectación renal con
insuficiencia renal aguda.
El dengue es una enfermedad sistémica y muy dinámica, en la
que en pocas horas un paciente puede pasar de un cuadro leve a un cuadro grave.
Al inicio de la fiebre, no es posible predecir si el paciente tendrá síntomas y
signos leves todo el tiempo, o si evolucionará a una forma grave de la
enfermedad. Por lo tanto, el equipo de salud debe realizar un seguimiento
estricto del paciente, y éste junto a su grupo familiar deben estar atentos a
los signos de alarma, controlando a todo paciente con dengue hasta al menos 48
horas de finalizada la etapa febril.
Las manifestaciones clínicas del dengue pueden dividirse en
tres etapas:
• Etapa febril
• Etapa crítica
• Etapa de recuperación
La etapa febril, que es de duración variable
(entre 3 a 6 días en niños y 4 a 7 días en adultos), se asocia a la viremia,
durante la cual existe una alta posibilidad de transmisión de la enfermedad si
la persona es picada por un mosquito vector. En esta etapa el paciente puede
tener además de la fiebre, dolor muscular y articular, cefalea, astenia,
exantema, prurito, y síntomas digestivos tales como: discreto dolor abdominal
y, a veces, diarrea.
Algunos pacientes pueden desarrollar manifestaciones hemorrágicas leves tales como sangrado de nariz, encías, derrames cutáneos sin que correspondan a un cuadro de dengue grave.
Los sangrados ginecológicos, tanto la menorragia como la metrorragia, pueden ser de intensidad variable. Las pacientes pueden requerir internación para una mejor observación o para un tratamiento de reposición de líquidos o de sangre. Estas pacientes NO serán consideradas como casos de dengue grave.
Algunos pacientes pueden desarrollar manifestaciones hemorrágicas leves tales como sangrado de nariz, encías, derrames cutáneos sin que correspondan a un cuadro de dengue grave.
Los sangrados ginecológicos, tanto la menorragia como la metrorragia, pueden ser de intensidad variable. Las pacientes pueden requerir internación para una mejor observación o para un tratamiento de reposición de líquidos o de sangre. Estas pacientes NO serán consideradas como casos de dengue grave.
El período durante el cual se produce la caída de la fiebre
y hasta 48 horas después, es el momento en el que, con mayor frecuencia, los
enfermos pueden presentar complicaciones; es el momento cuando se producen con
mayor frecuencia las grandes hemorragias (hematemesis, melena y otras)
Es fundamental
controlar en forma estricta al paciente en las 48 horas posteriores al cese de
la fiebre, lo que sucede entre el 4to y 7mo día de iniciada la fiebre (o el
cuadro clínico). Esta es la etapa de mayor riesgo de aparición de las
complicaciones.
Los signos de alarma son:
1. Dolor abdominal intenso y sostenido.
2. Vómitos persistentes.
3. Derrame seroso (en peritoneo, pleura o pericardio)
detectado por clínica, por laboratorio (hipoalbuminemia) o por imágenes
(ecografía de abdomen o Rx de tórax).
4. Sangrado de mucosas.
5. Cambio en el estado mental del paciente: somnolencia o
irritabilidad.
6. Hepatomegalia (> 2 cm). (la hepatomegalia brusca se
observa sobre todo en niños)
7. Si está disponible: incremento brusco del hematocrito
concomitante con rápida disminución del recuento de plaquetas
Por lo tanto es
importante informar al paciente y su familia de los signos de alarma que pueden
ser identificados por ellos, para que consulten precozmente, como así también
capacitar a todo el equipo de salud para que evalúe la presencia de estos
signos toda vez que se asista un paciente con sospecha de dengue.
La etapa crítica, se caracteriza por la extravasación de
plasma (escape de líquidos desde el espacio intravascular hacia el extravascular),
que puede llevar al shock hipovolémico (piel fría, pulso débil, taquicardia,
hipotensión). Debido a la extravasación de plasma el hematocrito sube, lo que
constituye un método confiable para el monitoreo de la fuga de plasma.
El paciente con dengue, puede presentar en cualquier momento
de su enfermedad signos y síntomas de afectación particular de algún órgano o
sistema: encefalitis, miocarditis o hepatitis por dengue, así como
insuficiencia renal. Estas se consideran formas clínicas graves de dengue.
En la etapa de recuperación generalmente se
hace evidente la mejoría del paciente pero, en ocasiones, existe un estado de
sobrecarga de volumen, así como alguna infección bacteriana agregada. En esta
etapa es importante vigilar sobre todo a aquellos pacientes que tengan
dificultades en el manejo de los líquidos (insuficiencia renal crónica,
insuficiencia cardíaca, pacientes ancianos).
También puede aparecer en esta etapa un exantema tardío
entre el 6º y 9º hasta incluso el 15º día que, con frecuencia, afecta las
palmas de las manos y las plantas de los pies, asociado a un intenso prurito.
¿Cuándo sospechar dengue?
Se debe sospechar dengue en todo caso de síndrome febril
inespecífico definido como:
• Persona de cualquier edad y sexo que presenta fiebre, de
menos de siete (7) días de duración sin afección de las vías aéreas superiores
ni otra etiología definida, acompañada de dos o más de los siguientes
signos:
- Cefalea y/o dolor retroocular, - Malestar general,
mioartralgias,
- Diarrea, vómitos
- Anorexia y náuseas,
- Erupciones
cutáneas,
- Petequias o prueba del torniquete positiva,
- Leucopenia, plaquetopenia, (solo si está disponible).
¿Cómo se clasifica el caso sospechoso de dengue?
Los casos sospechosos de dengue deben ser evaluados para
identificar la presencia o no de signos de alarma, ya que esto definirá una
primera clasificación. Los signos de alarma que deben evaluarse en toda persona
sospechosa de dengue son los que se detallan en el cuadro siguiente:
Ante la mínima sospecha efectuar consulta médica de
inmediato, mucho más cuando se detecten signos de alarma.
¿Qué se debe hacer si se confirma caso sospechoso de dengue?
Todos los sectores de la comunidad deben ser involucrados en
las acciones de control de la enfermedad.
Si Ud. se
encuentra en una zona de riesgo de dengue debe realizar las siguientes acciones:
Informar al paciente, la familia y la comunidad sobre la
enfermedad, el mosquito, el modo de transmisión y los métodos de prevención.
Explicar a la familia y al paciente la necesidad de proteger
al paciente de las picaduras de mosquitos, utilizando barreras como telas
mosquiteras mientras el paciente se encuentre febril.
Informar con carácter de urgente a la autoridad
epidemiológica correspondiente a los efectos de realizar las acciones de
bloqueo, conjuntamente con los agentes de control de vectores.
Éstas consisten en:
• Búsqueda activa de febriles en la manzana del caso sospechoso y en las 8 manzanas circundantes,
• Eliminación/tratamiento químico de criaderos reales o potenciales y fumigación casa por casa.
• Búsqueda activa de febriles en la manzana del caso sospechoso y en las 8 manzanas circundantes,
• Eliminación/tratamiento químico de criaderos reales o potenciales y fumigación casa por casa.
Éste es el modo de
cortar la transmisión ya que es imperioso en estos casos disminuir la cantidad
de mosquitos adultos que puedan estar infectantes.
Si Ud. NO se encuentra en una zona de riesgo de dengue
Si Ud. NO se encuentra en una zona de riesgo de dengue
Investigar los sitios a los que concurrió el paciente 5 a 10
días previos a la aparición de la enfermedad, manteniendo en especial
vigilancia a todas aquellas personas que hayan visitado el mismo lugar.
Explicar a la familia y al paciente la necesidad de proteger
al mismo de las picaduras de mosquitos mientras el paciente se encuentre
febril, para evitar la infección de otros mosquitos que podrían transmitir la
enfermedad.
Realizar medidas de difusión y educación informando al
paciente, la familia y la comunidad en general sobre la enfermedad, el
mosquito, el modo de transmisión y los métodos de prevención.
Informar con carácter de urgente a la autoridad
epidemiológica correspondiente a los efectos de realizar las acciones de
bloqueo, conjuntamente con los agentes de control de vectores.
Éstas consisten en:
• Búsqueda activa de febriles en la manzana del caso sospechoso y en las 8 manzanas circundantes,
• Eliminación/tratamiento químico de criaderos reales o potenciales y fumigación casa por casa.
• Búsqueda activa de febriles en la manzana del caso sospechoso y en las 8 manzanas circundantes,
• Eliminación/tratamiento químico de criaderos reales o potenciales y fumigación casa por casa.
Éste es el modo de
cortar la transmisión ya que es imperioso en estos casos disminuir la cantidad
de mosquitos adultos que puedan estar infectantes.
Asegurarse que en su hospital, centro de salud, consultorio, no se encuentren criaderos del mosquito ya que podría constituirse en centro de infección para el resto de los pacientes que acudan.
Asegurarse que en su hospital, centro de salud, consultorio, no se encuentren criaderos del mosquito ya que podría constituirse en centro de infección para el resto de los pacientes que acudan.
Prevención
de dengue en la familia y la comunidad
Al no existir la vacuna, la única forma de controlar la enfermedad es prevenirla. Las mejores medidas de prevención son:
• El control del mosquito y sus criaderos
• La detección rápida y temprana de los casos mediante la vigilancia de síndromes febriles inespecíficos.
• El aislamiento entomológico (protección de las picaduras) de los pacientes enfermos de dengue mientras se encuentren febriles.
Hay acciones simples y económicas que pueden ayudar al control sin utilizar productos químicos.
Estas son:
* El tratamiento mecánico de potenciales criaderos (tapar, colocar bajo techo, rellenar con arena o voltear: floreros, tachos, latas, botellas, neumáticos en desuso, otros) y/o su eliminación cuando sean considerados basura.
* Mantener los alrededores de la vivienda sin malezas, con el pasto cortado, ordenado, evita la proliferación de cualquier otra fauna nociva y permite detectar rápidamente la existencia de criaderos.
Al no existir la vacuna, la única forma de controlar la enfermedad es prevenirla. Las mejores medidas de prevención son:
• El control del mosquito y sus criaderos
• La detección rápida y temprana de los casos mediante la vigilancia de síndromes febriles inespecíficos.
• El aislamiento entomológico (protección de las picaduras) de los pacientes enfermos de dengue mientras se encuentren febriles.
Hay acciones simples y económicas que pueden ayudar al control sin utilizar productos químicos.
Estas son:
* El tratamiento mecánico de potenciales criaderos (tapar, colocar bajo techo, rellenar con arena o voltear: floreros, tachos, latas, botellas, neumáticos en desuso, otros) y/o su eliminación cuando sean considerados basura.
* Mantener los alrededores de la vivienda sin malezas, con el pasto cortado, ordenado, evita la proliferación de cualquier otra fauna nociva y permite detectar rápidamente la existencia de criaderos.
* Implementar las conductas de autocuidado, como el uso de mosquiteros en puertas y ventanas y el uso de repelentes.
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