Desinformación K al extremo: ocultan episodio de radiación en Santa Cruz
Fiel a su principio de intentar ocultar todo lo sucedido bajo su gobierno, la administración de Cristina Kirchner tapó un accidente radioactivo ocurrido el pasado 27 de octubre en la usina termoeléctrica de la localidad santacruceña de Río Turbio, que afectó gravemente a dos operarios.
La construcción de esta usina, que está bajo el mando de la empresa española Isolux Corsán, tuvo durante más de dos minutos a dos trabajadores bajo la exposición del elemento químico Iridio 129, altamente irritante e inflamable en el aire, y muy perjudicial para la salud.
Según los profesionales médicos que atendieron a los damnificados, los mismos estuvieron expuestos en forma “muy grave por cuanto depende del tiempo, la distancia y la cantidad de radiación”.
Tan complicada fue la situación, que uno de los operarios recibió 310 mil Sievert (unidad que mide la dosis de radiación absorbida por la materia viva) en 130 segundos, cuando el umbral del cuerpo humano está en 100 mil Sievert por año.
Al revés de lo que sugieren los manuales que es el de informar a la población lo sucedido, el kirchnerismo se limitó a ordenar no hablar del hecho “por estar en juego la supervivencia política” en el balotaje del pasado 22 de noviembre que Daniel Scioli perdió en manos del presidente Mauricio Macri.
El intento del kirchnerismo de buscar tapar lo sucedido, no hace más que magnificar tan grave suceso, que pone en riesgo la vida de los trabajadores y que muestra hasta qué alto nivel llega el cinismo de Cristina Kirchner y sus acólitos, que no dudan en ocultar información vital para la población con tal de intentar salvar su pellejo político.
La construcción de esta usina, que está bajo el mando de la empresa española Isolux Corsán, tuvo durante más de dos minutos a dos trabajadores bajo la exposición del elemento químico Iridio 129, altamente irritante e inflamable en el aire, y muy perjudicial para la salud.
Según los profesionales médicos que atendieron a los damnificados, los mismos estuvieron expuestos en forma “muy grave por cuanto depende del tiempo, la distancia y la cantidad de radiación”.
Tan complicada fue la situación, que uno de los operarios recibió 310 mil Sievert (unidad que mide la dosis de radiación absorbida por la materia viva) en 130 segundos, cuando el umbral del cuerpo humano está en 100 mil Sievert por año.
Al revés de lo que sugieren los manuales que es el de informar a la población lo sucedido, el kirchnerismo se limitó a ordenar no hablar del hecho “por estar en juego la supervivencia política” en el balotaje del pasado 22 de noviembre que Daniel Scioli perdió en manos del presidente Mauricio Macri.
El intento del kirchnerismo de buscar tapar lo sucedido, no hace más que magnificar tan grave suceso, que pone en riesgo la vida de los trabajadores y que muestra hasta qué alto nivel llega el cinismo de Cristina Kirchner y sus acólitos, que no dudan en ocultar información vital para la población con tal de intentar salvar su pellejo político.
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