LA EPIDEMIA SERIA SUPERIOR A LA DE 2009, CUANDO HUBO 28.000 CASOS
Esperan fuerte pico de dengue y creen que vino para quedarse
Calculan que el brote mayor se dará a fin de mes. Y que por el clima, los contagios seguirán.
“La epidemia de 2009 también fue muy alta, muy grande, pero en ésta creo que vamos a terminar con números superiores a esa”, afirmó el funcionario.
Pero además, Pérez Baliño agregó que “el dengue llegó para quedarse. Las características climáticas hacen que el mosquito se pueda desarrollar con mayor facilidad y en menos tiempo. Hay focos en todas las provincias del país, menos en las del sur, donde no hay circulación del mosquito vector”.
Por su parte, el director nacional de Epidemiología, Jorge San Juan, sostuvo que “para Semana Santa creemos que va a ser el pico de contagio. El número de afectados va en ascenso, tenemos 15 mil y llegaremos a 20 mil. Nunca fuimos un país endémico, aunque en el 2015 tuvimos casos aislados todo el año”.
Asimismo, manifestó que “la mayoría de los casos registrados corresponde al DEN1, el tipo más leve de la patología, pero advirtió que “la circulación de más de un serotipo nos abre la puerta al riesgo de aparición del dengue hemorrágico. Esto justifica aún más intensificar las acciones de prevención, notificación oportuna y control de manera unificada”.
DE BROTE A EPIDEMIA
“Desde el comienzo -señaló el epidemiólogo- dijimos que esta situación, que primero fue brote y luego epidemia, iba a avanzar e íbamos a tener más casos que en 2009. Las altas temperaturas y las lluvias atribuidas al fenómenos de El Niño favorecieron la presencia del mosquito Aedes aegypti”.
Con respecto al nuevo brote que se espera, San Juan señaló que “vamos a encontrar gente que ha regresado de sus vacaciones y que ha ido a países limítrofes con gran circulación viral, y por supuesto vamos a tener la eclosión de más pacientes tanto en el ámbito público como privado”.
Según el último reporte epidemiológico del ministerio de Salud, que recoge los registros de todas las provincias, se notificaron un total de 15.000 casos, de los cuales 5.083 son autóctonos y están distribuidos en 14 jurisdicciones del país, mientras que 1.226 son importados con pruebas de laboratorio positivas para dengue y antecedentes de viaje a zonas con circulación viral.
El reporte informó que se registran brotes de dengue con transmisión sostenida en las provincias de Misiones y Formosa y que se verifican brotes circunscriptos a localidades, barrios o conglomerados con casos autóctonos y probables en otras 12 provincias.
El boletín precisó, además, que en el análisis de la situación actual comparada con la de los últimos cinco años muestra que durante la presente temporada los brotes de dengue se anticiparon al período habitual de comienzo, especialmente en Formosa y Misiones.
Esta última provincia es hasta ahora la más afectada por la epidemia, ya que según la cartera sanitaria provincial se analizan 6.360 casos sospechosos de personas que podrían estar infectadas por el dengue.
“Lo importante es que no hay casos de gravedad. Es un episodio doloroso, es una enfermedad que tiene muchos contratiempos en el sentido que no es cómoda, pero es una enfermedad en la que no hemos tenido casos de gravedad”, afirmó San Juan.
El epidemiólogo aclaró que “hubo algunos casos que se denunciaron como muerte o dengue hemorrágico, pero son personas que sí tuvieron dengue y murieron de otra cosa, como una meningitis o una perforación del estómago”.
Por otro lado, el médico defendió el accionar del ministerio de Salud de la Nación y negó que se esté ocultando información: “No podemos tapar el sol con la mano, estamos en pleno curso de una epidemia y vamos a tener casos”.
Por su parte, el titular de la cartera sanitaria, Jorge Lemus,explicó que sólo circula en el país el serotipo 1 del virus, el más benévolo de los cuatro existentes, con lo que “no hay casos graves ni fallecidos”.
“Marzo y abril son meses que tuvieron el mayor número de casos en brotes epidémicos anteriores, por eso hay que enfatizar en las tareas de prevención, como la descacharrización, la fumigación y el uso de repelentes”, señaló.
Una epidemia a la que se la dejó venir
Aunque reconoce que la tropicalización del clima ha contribuido a que se esté produciendo una epidemia de dengue como la actual, la doctora Silvia González Ayala, profesora titular de la cátedra de Infectología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP, sostiene que la principal causa hay que buscarla en “lo poco que se ha hecho en las últimas décadas para frenar el avance” de esta enfermedad.
“El haber tenido un último invierno benigno y un verano con mucha lluvia por el fenómeno de El Niño sin duda favoreció la situación, pero no ha sido su causa principal. La realidad es que a esta epidemia la dejamos venir. Desde bastante antes de los ochenta, cuando el aedes aegypti finalmente llegó al área metropolitana, se viene haciendo poco y nada para frenar su avance”, dice la infectóloga, quien reconoce que la situación actual es preocupante y que la cifra de infectados podría superar a la de 2009.
A su entender, “la llave para detener la epidemia está en concientizar a la gente para que realice el descacharramiento en sus hogares”. Pero “con cerca de un 30% de población pobre y en asentamientos, donde resulta muy difícil descacharrar, hay que proveer además repelentes y fumigar periódicamente”, dice.
“El haber tenido un último invierno benigno y un verano con mucha lluvia por el fenómeno de El Niño sin duda favoreció la situación, pero no ha sido su causa principal. La realidad es que a esta epidemia la dejamos venir. Desde bastante antes de los ochenta, cuando el aedes aegypti finalmente llegó al área metropolitana, se viene haciendo poco y nada para frenar su avance”, dice la infectóloga, quien reconoce que la situación actual es preocupante y que la cifra de infectados podría superar a la de 2009.
A su entender, “la llave para detener la epidemia está en concientizar a la gente para que realice el descacharramiento en sus hogares”. Pero “con cerca de un 30% de población pobre y en asentamientos, donde resulta muy difícil descacharrar, hay que proveer además repelentes y fumigar periódicamente”, dice.
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