Vidal desmenuza la gestión Scioli

María Eugenia Vidal profundiza en la 
herencia de Daniel Scioli
El plan es desarticular la gestión de su antecesor y no dejar rastros, ni los colores
La revisión de la Policía provincial forma parte de una investigación integral de la gestión anterior por parte de Vidal: desde que asumió, sus funcionarios están abocados en buena medida a desmenuzar la herencia sciolista, mucho más compleja de lo que el macrismo en su versión bonaerense había previsto. "La gestión provincial nunca fue un objetivo para ellos. Solo querían llegar a la Presidencia de la Nación", explica uno de los funcionarios más cercanos a Vidal y uno de los encargados de hurgar en la gestión de Daniel Scioli. Un ejemplo: el nuevo gobierno concluyó en que el ex gobernador gastó muchísima más plata en la publicidad que en la inversión y puesta en marcha de las Unidades de Pronta Atención (UPA), uno de los pilares del ex motonauta durante la campaña presidencial. "Es un Estado de mediados del siglo XX: es todo viejo, nada funciona", agrega el mismo funcionario bonaerense.

A la desastrosa situación del estado de la flota aeronáutica y del parque automotor bonaerense, retratada por Infobae a fines de enero-, y de la situación terminal de la empresa Aguas Bonaerenses (ABSA) –también adelantada por este portal hace una semana-, se suman falencias graves en el sistema de salud y en el de educación. Según la auditoría que lleva adelante la gobernadora, de los 77 hospitales bonaerenses hay 53 que necesitan inversiones millonarias, de los cuales cuatro corren serio riesgo de derrumbe. El relevamiento en marcha de las 12 mil escuelas distribuidas en la Provincia también arrojaría resultados catastróficos. Hasta los teléfonos fijos de algunos de los principales despachos de la gobernación son casi inservibles y varios de los baños de la planta baja del edificio están en un estado calamitoso. La gobernadora ni siquiera sabe con cuántos empleados cuenta: tiene 25 sistemas diferentes de liquidación de haberes y el Banco Provincia, la Contaduría y la Tesorería General difieren en los registros en torno a la cantidad de sueldos que se pagan.
Tampoco hay coincidencia en la cantidad de horas de vuelo de los registros oficiales en relación al uso que tanto Scioli como Karina Rabolini hacían del helicóptero oficial. El ex gobernador podría tener problemas: la nueva gestión ya presentó algunas denuncias penales en la Justicia provincial relacionadas con supuestas irregularidades de la anterior administración, una de ellas de enorme gravedad, según aseguraron desde el Gobierno bonaerense. Sería solo el comienzo.

El caso de ABSA, cuya falta de inversiones podría dejar sin agua a cientos de miles de bonaerenses, es uno de esos ejemplos. La carencia de obras se suma a la falta de control: Javier Coronel, ex titular del Organismo de Control del Agua de Buenos Aires (OCABA), debía controlar a su hermano, Carlos Coronel, ex vicepresidente de la empresa encabezada hasta hace unos meses por Guillermo Scarcella, uno de los operadores judiciales de Scioli en la Justicia federal.

El plan de Vidal es dinamitar la gestión de su antecesor y no dejar rastros. En unas semanas presentará la nueva campaña comunicacional de su gobierno, ideada por los publicistas Joaquín Molla –que trabaja para la Casa Rosada- y Juan "Papón" Ricciarelli, creador de la agencia DON y ligado al macrismo, y comandados por Federico Suárez, secretario de Comunicación bonaerense. Desaparecen por complejo el naranja, color insignia de la gestión sciolista, y "BA", las siglas que identificaron aquella administración.

Federico Mayol Infobae.com

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