La tuberculosis sigue en aumento por la pobreza
“Todos unidos para poner fin a la tuberculosis”
De acuerdo con el reporte, cada año unas 9 millones de personas adquieren tuberculosis en el mundo y 1,5 millones de ellas fallecen como consecuencia de la enfermedad.
La Tuberculosis ha sido, probablemente, la enfermedad que más daño ha causado a la especie humana a lo largo de toda su historia y continúa representando un problema grave de salud pública en el mundo.
Se trata de una enfermedad infectocontagiosa que se transmite por vía aérea; cada vez que un enfermo tose o estornuda elimina bacterias al aire. Los síntomas (tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, dolor torácico) pueden ser leves durante muchos meses. Como resultado de ello, en ocasiones los pacientes tardan en buscar atención médica y transmiten la bacteria a otras personas.
“En los últimos años, se han logrado enormes avances, por ejemplo, el descubrimiento de la secuencia completa del ADN del bacilo permitió ampliar el campo de las investigaciones en la búsqueda de nuevas técnicas de diagnóstico más rápidas y el reconocimiento de cepas particulares, mejoró los conocimientos sobre su transmisión. En relación al tratamiento, luego de un largo período de inactividad, en los últimos años se trabaja en el desarrollo de nuevos fármacos”, señalan desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
No obstante “existen múltiples factores que perpetúan el problema, tales como la pobreza e inequidad social, la pandemia de la infección del VIH/SIDA, el incremento de las poblaciones de riesgo, las deficiencias en los programas de control”, agrega al explicar que “uno que adquirió relevancia en los últimos años es la fármacoresistencia, es decir, la resistencia a drogas utilizadas habitualmente para el tratamiento de la tuberculosis”.
“De los 9 millones de personas que contraen la tuberculosis cada año, una tercera parte no accede a los servicios que necesita. En general, estos pacientes pertenecen a las comunidades más pobres y vulnerables del mundo, como los inmigrantes, mineros, consumidores de drogas y población con VIH/SIDA. Si no se generan programas sociales o estrategias sostenibles que enfrenten los determinantes sociales de salud, como la pobreza y sus consecuencias los esfuerzos serán insuficientes”, dicen desde la entidad.
Con ocasión del Día Mundial de la Tuberculosis, la OMS pidió a los gobiernos, las comunidades, la sociedad civil y el sector privado que actúen “unidos para poner fin a la tuberculosis” a través de diferentes estrategias, entre las cuales destacan: prevenir la tuberculosis eliminando la pobreza, detectarla y brindarle al paciente un mejor tratamiento, acabar con la estigmatización y discriminación que conlleva la enfermedad.
eldia.com
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