El método científico de Pinamar frente al de la buenaventura de La Costa

 La diferencia en los procedimientos y metodología de trabajo

En principio,  el Lic. Leandro Rodrigues Capítulo hace 5 años que está estudiando el comportamiento del acuífero  de Pinamar, estableciendo que es muy vulnerable a cualquier acción en su entorno.
Logró establecer las características físico químicas, (agua rica en Fe y Mn) con un elevación de los nitratos por contaminación con efluentes cloacales.
El espesor útil supera los 4 metros ampliamente a diferencia de su símil de San Clemente que apenas alcanza los 4 mts.
Con la evolución del acuífero en 5 años encontró que los pozos iniciales se habían secado, claro indicio de extinción próxima de los recursos freáticos.
Logró determinar la velocidad de recuperación  del acuífero y están estudiando fuentes eventuales de reposición, inclusive con el agua proveniente de la recuperación de líquidos cloacales.
Colaboró en la definición de la conservación del medio circundante, médanos y arena de playa; en la regulación del FOS (factor de ocupación de suelo) para evitar la impermeabilización excesiva.
Aparte de esa valoración específica del acuífero, completan su evaluación estudiando la cadena de médanos, el movimiento de la arena de playa, la protección de la costa en sudestadas, la construcción de quinchos playeros montados  sobre troncos, etc.
De  esta manera hicieron una composición de lugar y un modelo de trabajo a seguir en la muy meditada renovación del convenio con la empresa del agua, la que se debe ajustar a lo que el Municipio dispone como objetivo a lograr.

En violento contraste con esta realidad de Pinamar, en La Costa no se han (por lo menos no nos han sido comunicados) hecho estudios semejantes. Tal es así que en una prueba de rendimiento de un pozo de la lenteja de Sta. Teresita, una bomba con capacidad de extracción de 20.000 m3/hora secó su fuente en pocos segundos. Se les preguntó específicamente por la velocidad de recarga freática y obtuvimos como respuesta que los técnicos de ABSA eran responsables de ese tipo de estudio técnico; en consecuencia el poder controlador del ente municipal le fué transferido a la empresa prestadora.
El convenio con Absa fue renovado en condiciones aparentemente violatorias de la Ley Orgánica de las Municipalidades (art. 231, 232), no se establecieron normas técnicas perfectamente definidas en tiempos y ritmo de trabajo, análisis de potabilidad de los sustratos a explotar, etc.
La síntesis queda graficada con la gran sugerencia del ingeniero Daubagna de hacer "pozos blancos" (aljibes) en las veredas como la solución más adecuada para el distrito.
Un tema crítico no puede ser encarada con esta metodología propia del "ojo de buen cubero" totalmente opuesta al método científico.

La realidad, al comparar los procedimientos utilizados en ambos distritos nos indican que estamos condenados en la Costa a carecer de agua potable.

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