La Salud en la EES Nº 13 Rene Favaloro

Todo bajo control
Ante la detección de un caso de Tuberculosis
¿QUÉ SABEMOS SOBRE TUBERCULOSIS? 

¿Qué es la TUBERCULOSIS?

La Tuberculosis (TBC) es una enfermedad infectocontagiosa, prevenible y curable, causada por una micobacteria denominada Mycobacterium tuberculosis, que es más conocida como Bacilo de Koch. Esta bacteria puede atacar cualquier parte del cuerpo como el cerebro, la columna vertebral, entre otros. Sin embargo, la enfermedad generalmente afecta a los pulmones.

¿Cómo se transmite la Tuberculosis?

Las bacterias de la TBC se transmiten a través del aire. Cada vez que una persona infectada con TBC habla, escupe, tose o estornuda elimina las bacterias de TBC que se encuentran en sus vías respiratorias. En estas circunstancias, estos microorganismos pueden ser aspirados por una persona sana que se encuentra en contacto frecuente con un enfermo de TBC, en consecuencia, contagiarse.

El hogar como el lugar de trabajo son los espacios donde un individuo mantiene contacto frecuente con otras personas y, si alguna de ellas está enferma con TBC, podría adquirir la enfermedad. Para que esto ocurra, es necesario que transcurran varias horas con esa persona.


Para que una persona se enferme de TBC es necesaria la infección por el Bacilo de Koch, pero su presencia no es suficiente para la aparición de la enfermedad. Que la infección devenga en enfermedad depende de que, conjuntamente a la infección por el Bacilo, coexistan algunos determinantes sociales y de salud como la pobreza, el hacinamiento, entre otros.
Entrevista al Dr. Juan Pagni:
Todas las variables están controladas

Algunas definiciones

Exposición: Se produce cuando una persona ha estado en contacto o expuesta a otra que tiene TBC.
Infección tuberculosa o tuberculosis latente: Se produce cuando una persona tiene bacterias de TBC en su cuerpo pero no presenta signos ni síntomas de la enfermedad. La prueba de tuberculina (PPD) es positiva, pero las radiografías de tórax son normales. A estas personas se les prescribe un tratamiento que se conoce como “quimioprofilaxis” o “terapia preventiva” con la finalidad de prevenir la aparición de la enfermedad. Las personas con TBC latente no han desarrollado la enfermedad pero podrían hacerlo en un futuro. Ellos no contagian a otras personas.

Enfermedad  tuberculosa o tuberculosis activa: Se produce cuando una persona presenta síntomas de la enfermedad. La prueba de tuberculina es positiva y las radiografías de tórax demuestran características típicas de la enfermedad. 
Las personas con TBC activa pueden transmitir la enfermedad por lo que deben recibir tratamiento contra la TBC.

¿Cuáles son los síntomas de Tuberculosis pulmonar? 
Es muy importante acudir a un Centro de Salud u Hospital cercano si se presenta alguno de estos síntomas:

TOS CON FLEMA (puede estar acompañada de expulsión de sangre)
PERDIDA DE APETITO
DEBILIDAD Y CANSANCIO (constante)
SUDOR (durante la noche)
DOLOR DE PECHO

¿Quiénes se pueden enfermar de Tuberculosis?
Cualquier persona puede adquirir esta enfermedad. Sin embargo, algunas por sus características tienen un riesgo incrementado de contagiarse de TBC.
Entre las personas con alto riesgo de enfermarse con TBC se incluyen las siguientes:
Personas que viven o trabajan con enfermos de tuberculosis. Personas con un estado de nutrición e inmunidad deficientes: que padecen de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer, VIH y SIDA, entre otras. Personas que viven en estado de hacinamiento y en condiciones precarias. Personas con un consumo excesivo de alcohol y drogas. Personas privadas de la libertad, recluidas en cárceles.

¿Cómo se previene la Tuberculosis?
La medida de prevención más efectiva es evitar el contagio, por lo que es sumamente necesario que toda persona enferma de TBC, se cure. Es importante incentivarlas y apoyarlas a que cumplan y terminen el tratamiento correctamente.
Promover en nuestro lugar de trabajo el acceso a información, capacitación y/o educación sobre aspectos básicos y fundamentales relacionados con la TBC, permitirá:
Fomentar que las personas con síntomas como los descritos anteriormente acudan a los servicios de salud para confirmar si padecen la enfermedad, e iniciar el tratamiento lo más inmediato posible.
Apoyar a los enfermos de TBC a cumplir correctamente con el tratamiento.
Comprender la importancia de que toda persona en contacto directo frecuente con enfermos de TBC se realice exámenes para conocer si ha contraído la enfermedad.

La mejor manera de detener la transmisión es detectar
a tiempo la enfermedad e iniciar el tratamiento
contra la TBC lo antes  posible.

Estudio de contactos:
La fuente de infección es el enfermo con TB pulmonar o laríngea, que elimina bacilos en sus secreciones. El mayor riesgo de contagio lo representan los pacientes con examen directo de esputo positivo. Aquellos con baciloscopía de esputo negativa pero con crecimiento bacilar en el cultivo también contagian, aunque en menor medida, deben ser estudiados también. Contactos son todas las personas expuestas ó relacionadas con el caso índice o inicial que se define como el primer caso conocido de TB de cada grupo, y que da comienzo a la evaluación de los contactos.

Los contactos se clasifican como de:

Alto riesgo: conviviente en vivienda, institución cerrada, sección laboral o educativa con contacto diario de 6 ó más horas diarias y permanente o con inmunodeficiencia.

Mediano riesgo: iguales condiciones pero de duración diaria menor de 6 h.

Bajo riesgo: contactos esporádicos.

Las personas inmunocomprometidas son consideradas como de alto riesgo, independientemente de la frecuencia del contacto.
Es impostergable el estudio de todos los contactos de alto y mediano riesgo de pacientes bacilíferos, y deseable el de los no bacilíferos. 

Todo estudio de foco debe incluir: 1. Registro de todos los contactos a estudiar. 2. Examen clínico exhaustivo. 3. Prueba tuberculínica. 4. Examen radiológico de tórax. 5. Examen bacteriológico en sintomáticos respiratorios. 6. Laboratorio de rutina.

Examen clínico exhaustivo:
En niños se debe prestar atención sobre la vacunación BCG, observación del carné de inmunizaciones y presencia de cicatrices y/o nódulos vaccinales. Tanto en niños como en adultos, se debe investigar la presencia de manifestaciones respiratorias y extrarrespiratorias como eritema nodoso y queratoconjuntivitis flictenular, búsqueda de ganglios periféricos, lesiones cutáneas y mucosas.

REF:
- Guías de diagnóstico, tratamiento y prevención de la tuberculosis
  HOSPITAL MUÑIZ - INSTITUTO VACCAREZZA
- Material educativo para escuelas Información para docentes Programa Nacional de Control de la         Tuberculosis


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