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Santa Cruz, al borde del estallido


Cortes de rutas, chicos sin clases, edificios públicos tomados y salarios sin pagar son imágenes habituales en el feudo K, que ha sumergido a la provincia en un polvorín social. La apatía y la ausencia de la gobernadora Alicia Kirchner agravan aún más la dura realidad en el sur del país

Territorio K por excelencia, la provincia de Santa Cruz se encuentra pasando por uno de los peores momentos políticos de su historia. El gobierno de Alicia Kirchner no acierta con las medidas y los trabajadores estatales mantienen paralizada a la administración pública, haciendo que vivir allí se convierta en una verdadera odisea.
Rutas cortadas, chicos que llevan más de 60 días sin clases, edificios públicos tomados, salarios impagos y paros en la rama estatal son algunas de las secuelas que han dejado 25 años ininterrumpidos de gobierno kirchnerista, que hacen eclosión hoy día en tierra santacruceña.
La situación se complica con el correr de las horas, más que nada por la intransigencia mostrada por el gobierno de la cuñada de Cristina Kirchner de sentarse a dialogar con los sindicatos mientras estos mantengan las medidas de fuerza, lo que ha llevado a que el conflicto se incremente y el más perjudicado, como siempre, sea el ciudadano de a pie, que no cuenta con los servicios básicos que debe brindar el Estado.
Como si no hubiese tenido nada que ver en los doce años de gobierno K, la mandataria provincial se hace la distraída y le echa la culpa a la administración de Daniel Peralta y a los fondos supuestamente no enviados y adeudados desde Nación, como la clave central para no poder hacer frente a sus compromisos.
Esta acción escurridiza de Alicia Kirchner ha llevado a que se movilice con una fuerte presencia de personal de custodia, por temor a los escraches y a los insultos que viene recibiendo cada vez que aparece en público por las calles de Río Gallegos, lo que ha llevado a que haga todas sus actividades casi como si se tratara de un fantasma, no apareciendo en ninguno de los actos oficiales que viene haciendo la provincia.



Caos generalizado
En lo que va del año, los alumnos han tenido solo 33 días de clase, lo que llevó a que el Ejecutivo intentara dictar en el Congreso provincial la “emergencia educativa”, caldeando los ánimos aún más con los gremios docentes, que efectuaron una fuerte movilización por las calles riogalleguenses y lograron frenar la intención oficial de acabar con el conflicto de manera unilateral, sin ninguna clase de dialogo con los maestros.
El trabajo a reglamento sacude todos los estamentos del Estado, lo que ha llevado a que las consecuencias se paguen con Tribunales y hospitales públicos desbordados de gente que no recibe ninguna clase de atención. Los judiciales y los médicos vienen solicitándole al gobierno una apertura de las paritarias que nunca se ha dado, y ante la negativa oficial, las medidas de fuerza aumentan y recrudecen el enfrentamiento.
Tan grave es el escenario que se vive, que vecinos de Caleta Olivia están viajando a la localidad chubutense de Comodoro Rivadavia para recibir atención médica. Solo el Hospital Regional de Río Gallegos lleva ya 37 días tomado por sus trabajadores, sin que el gobierno haya realizado alguna acción tendiente a terminar con esta falencia.
La crítica situación económica ha llevado a que la mandataria abandone su discurso “progresista”, endeudando a la provincia en más de 20.000 millones de pesos desde que accedió al poder, cifra que ni siquiera soluciona una pequeña parte de los conflictos que mantiene abierto con todos los sectores gremiales.
Es un panorama por demás complejo el que se encuentra atravesando el territorio santacruceño, que pone a sus poco más de 300.000 habitantes al borde del estallido social, con una clima político en llamas y a punto de explotar por los aires.

Situación delicada en Seguridad
A los graves problemas políticos, económicos y sociales que atraviesa Santa Cruz se le suma también el complejo escenario que se vive con la Policía provincial, autoacuertalada por la falta de pago a sus salarios.
Personal policial de las comisarías de las localidades de Los Antiguos, Puerto Santa Cruz, 28 de Noviembre, San Julián, Caleta Olivia, Río Turbio, Comandante Luis Piedrabuena, Puerto Deseado, Perito Moreno, Gobernador Gregores y Río Gallegos se encuentran cumpliendo un trabajo a reglamento, lo que ha agravado el complejo cuadro delictivo que se vive en las calles santacruceñas.
Intentando calmar los ánimos, el jefe de la fuerza, Comisario José Luis Cortés, salió ayer a decir que en la semana entrante comenzarán a pagar los salarios adeudados, intentando así frenar un conflicto que se ha ido agravando con el correr de los días.
Por el momento, las palabras del mandamás policial no ha tenido eco en sus subordinados, ya que la mayoría de los efectivos provinciales siguen manteniendo sus protestas, evidenciando el gran desmanejo que se vive en la administración de Alicia Kirchner.

A la cuestión salarial los uniformados le suman reclamos por insumos, armas, vestimenta y estado del material rodante, que no han sido solucionados y se han ido agudizando ante la mirada inactiva de las autoridades.

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