Amado Zogbi nos muestra el
camino.
El funcionario (actualmente embargado por $ 45,5 millones) formaba parte de un fondo de inversión internacional –con sede en Argentina– que llegó a manejar US$ 44 millones y que estafó a sus ahorristas, desviando el dinero a paraísos fiscales como Panamá y a empresas propias. Se trata de José Amado Zogbi, quien además es rector de la Universidad Atlántida Argentina, que habría sido comprada por gente allegada al vicepresidente. Zogbi fue parte del equipo económico de Boudou, cuando éste era secretario de Hacienda del Partido de la Costa y tiempo después lo sucedió en el cargo. Boudou está siendo investigado por su gestión en el municipio.
También José Amado Zogbi tenía otras actividades especializadas:
Gabriel Ziblat publicó el 11/01/2015 en Perfil
Denuncian a amigos de Boudou de repartirse el negocio de los balnearios
El modus operandi fue siempre el mismo. Cuando el plazo de las concesiones iban llegando a su fin el municipio llamaba a licitación y cambiaba el dueño de los balnearios con los que no tenía un buen vínculo.
El primer paso, en la mayoría de los casos, implicaba armar el pliego de licitación en el estudio contable de Amado Zogbi, donde primero había que abonar unos $15 mil.
Zogbi es conocido en el partido de La Costa por su vínculo con Boudou. Era el contador de la empresa Cantera FC, que contrató el vice para hacer viviendas cuando era secretario de Hacienda del municipio. A pesar de que se realizó un millonario pago, las viviendas nunca se hicieron. Cuando Boudou dejó el cargo, Zogbi, que ya trabajaba en su equipo, lo reemplazó. Más tarde asumió como rector de la Universidad Atlántida Argentina, que en la zona se dice que fue comprada por allegados al vice.
Modus operandi.
Las formas de ganar eran dos: pagar el canon más alto o sacar mayor puntaje. Y si no eras amigo del poder, los pagos por debajo de la mesa eran clave. Juan Zeatier, que tenía la concesión del balneario Zhen en Costa del Este, aseguró que le “pidieron una importante suma de dinero a cambio de asegurarme ganar la licitación”. Finalmente, perdió contra Valeria Darguzas, una psicóloga de La Plata que, según denunció Zeatier, no acreditó solvencia financiera y presentó pliegos inválidos.
“En todos los casos no se respetó la normativa ambiental y se fijó en forma arbitraria la forma de calcular los puntajes, de forma tal que siempre ganaban quienes tenían el visto bueno del intendente”, explica el concejal radical Leandro Alonso.
Entre los ganadores se repiten nombres de amigos de De Jesús, desplegados por los balnearios de La Costa como si se los hubiesen repartido como cartas de póker. Sergio Boccuzzi se quedó con uno de los más importantes, a una cuadra de la avenida principal de San Bernardo (la localidad con más turismo). Antes perteneció durante cuarenta años a Rodolfo “Rudy” Domínguez. Lo perdió porque Boccuzzi ofertó un canon millonario (más de $ 200 mil, cuando el año anterior Domínguez había pagado $ 100 mil). Los elevados cánones de los nuevos concesionarios no pudieron ser relevados por concejales opositores.
Boccuzzi se defendió asegurando que ganó “una licitación pública, ofreciendo el canon más alto de la Costa Atlántica”. Reconoce que es “amigo de hace rato” de De Jesús y que además le provee uniformes al municipio. Nilo Rodríguez también reconoce su “relación de amistad” con el intendente. En su caso, ganó dos balnearios en Costa Azul, una localidad pegada a San Bernardo. En realidad, uno de ellos quedó a nombre de su madre, pero el verdadero administrador es él. “Yo duplicaba en proyecto e inversión al otro oferente y mi canon era superior”, detalló.
También fueron beneficiados los hermanos Brito, dueños del restaurante “El Quincho” donde varias veces se vio compartir la mesa a De Jesús y sus amigos. Consiguieron tres, algunos de ellos en sociedad con un concejal de Tres de Febrero (Angel Torres) quien desembarcó de la mano de Diego Cardosi, otro amigo del grupo.
En La Costa los balnearios son un negocio para los amigos.
El poder disuasivo de la Pena y la reparación del daño a partir de la ley o la CONDENA SOCIAL
El miércoles 07/09/2016 el Dr. Alberto Gozzi adelantó que en el 2017 se realizará el juicio oral y que la condena es muy probable a la luz de la documentación probatoria incorporada a la cusa.
Sin embargo, considerando las características del delito que se le imputa y que el Sr. Zogbi carece de antecedentes penales, es muy probable que no sufra prisión efectiva.
La comunidad de La Costa entonces enfrenta un grave dilema de índole moral.
El Dr. Alberto Gozzi sugirió un enfoque:
Sin embargo, considerando las características del delito que se le imputa y que el Sr. Zogbi carece de antecedentes penales, es muy probable que no sufra prisión efectiva.
La comunidad de La Costa entonces enfrenta un grave dilema de índole moral.
El Dr. Alberto Gozzi sugirió un enfoque:
No debe confundirse con el Escrache que es una metodología planeada y premeditada de hostigamiento y amedrentamiento.
Los orígenes de la Condena Social debemos buscarlo en la historia, en la peor condena que podía recibir un hombre en la Grecia antigua....... el Ostracismo, mecanismo de AUTODEFENSA popular que permitía excluir de la comunidad a las PERSONAS NOCIVAS para las INSTITUCIONES y la SOCIEDAD.
La presión social llevó al origen de la legislación sobre Muerte Civil que suponía la pérdida general de los derechos civiles, de potestad, patrimoniales, políticos y públicos subjetivos que estuvo vigente en varios países hasta el siglo XX
Les presento un ejemplo de condena social al estilo de La Costa:
Un pequeño cuento noruego es más explícito:
( •
Un político había cometido una estafa contra el Estado haciéndose de cierta suma de dinero.
Se detectó, lo acusaron, fue destituido de inmediato de su cargo y enfrentó un juicio.
Pero como buen noruego prolijo, la justicia no pudo comprobar fehacientemente su delito y, aunque todos sabían que era culpable, tuvieron que dejarlo libre, apartándolo, sin embargo, “in aeternum” de la vida política.
Pensando en haberse salido con la suya, y no necesitando trabajar más, supuso seguir normalmente con su vida disfrutando del dinero mal habido.
Lo que NO calculó fue la reacción de la que fue capaz una sociedad madura y responsable.
Ejerciendo DELIBERADAMENTE su DERECHO de CONDENA SOCIAL, muerte civil, ostracismo y damnatio memoriae, toda la sociedad comenzó a comportarse como si él y su familia NO EXISTIERAN.
La gente no los volvió a saludar más por la calle, ni en ningún lugar donde llegaban. No les respondían, ni siquiera los miraban.
Los expulsaron del club que frecuentaban.
Las mesas de los restaurantes siempre estaban reservadas.
Cuando querían comprar algo en algún negocio, nunca tenían ni sus talles ni sus números.
En los mercados, sus tarjetas nunca eran aceptadas, ni “podían” hacerles los envíos.
El recolector de residuos no les retiró más la basura de su casa.
El cartero no les entregó más la correspondencia.
Por increíble que nos parezca, el farmacéutico jamás tenía los medicamentos que necesitaban.
Y el médico y el dentista de toda la vida siempre estaban ocupados cuando llamaban o pedían cita.
Ni hablar de la peluquería.
Y quizás lo más duro y efectivo:
Ningún niño siguió siendo amigo de sus hijos. No los saludaron más.
En el colegio, ninguno se sentó más a su lado. Nadie volvió a jugar con ellos en los recreos. Ni fueron invitados a cumpleaños. Y les avisaron que para el año siguiente no les renovarían la matricula.
La lista de exquisiteces noruegas, claro, sigue hasta el infinito…
Se salvó de ir a prisión y pudo conservar el dinero que le había robado al Estado.
Pero no pudo conservar una vida normal para disfrutarlo dentro de la sociedad a la que había estafado.
Moraleja:
Lo INSOPORTABLE de la CONDENA SOCIAL terminó siendo más grave que cualquier condena judicial y provocó que se cambiaran el nombre y se mudaran al extranjero.
La CONDENA SOCIAL es la ÚNICA alternativa que tiene una sociedad, frente a la IMPUNIDAD Y LA JUSTICIA NO SATISFACTORIA DE LA COMUNIDAD.
Pero como buen noruego prolijo, la justicia no pudo comprobar fehacientemente su delito y, aunque todos sabían que era culpable, tuvieron que dejarlo libre, apartándolo, sin embargo, “in aeternum” de la vida política.
Pensando en haberse salido con la suya, y no necesitando trabajar más, supuso seguir normalmente con su vida disfrutando del dinero mal habido.
Lo que NO calculó fue la reacción de la que fue capaz una sociedad madura y responsable.
Ejerciendo DELIBERADAMENTE su DERECHO de CONDENA SOCIAL, muerte civil, ostracismo y damnatio memoriae, toda la sociedad comenzó a comportarse como si él y su familia NO EXISTIERAN.
La gente no los volvió a saludar más por la calle, ni en ningún lugar donde llegaban. No les respondían, ni siquiera los miraban.
Los expulsaron del club que frecuentaban.
Las mesas de los restaurantes siempre estaban reservadas.
Cuando querían comprar algo en algún negocio, nunca tenían ni sus talles ni sus números.
En los mercados, sus tarjetas nunca eran aceptadas, ni “podían” hacerles los envíos.
El recolector de residuos no les retiró más la basura de su casa.
El cartero no les entregó más la correspondencia.
Por increíble que nos parezca, el farmacéutico jamás tenía los medicamentos que necesitaban.
Y el médico y el dentista de toda la vida siempre estaban ocupados cuando llamaban o pedían cita.
Ni hablar de la peluquería.
Y quizás lo más duro y efectivo:
Ningún niño siguió siendo amigo de sus hijos. No los saludaron más.
En el colegio, ninguno se sentó más a su lado. Nadie volvió a jugar con ellos en los recreos. Ni fueron invitados a cumpleaños. Y les avisaron que para el año siguiente no les renovarían la matricula.
La lista de exquisiteces noruegas, claro, sigue hasta el infinito…
Se salvó de ir a prisión y pudo conservar el dinero que le había robado al Estado.
Pero no pudo conservar una vida normal para disfrutarlo dentro de la sociedad a la que había estafado.
Moraleja:
Lo INSOPORTABLE de la CONDENA SOCIAL terminó siendo más grave que cualquier condena judicial y provocó que se cambiaran el nombre y se mudaran al extranjero.
La CONDENA SOCIAL es la ÚNICA alternativa que tiene una sociedad, frente a la IMPUNIDAD Y LA JUSTICIA NO SATISFACTORIA DE LA COMUNIDAD.
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