El alcohólico se llevó las llaves del despacho

Un concejal se fugó con las llaves del despacho y su reemplazo atiende en un auto

El concejal de Cambiemos Daniel Lewicki, que a fines de octubre fue detenido mientras manejaba borracho, está de licencia en el Concejo Deliberante de Avellaneda pero se fue con las llaves de su despacho y no responde a los llamados. Su reemplazante, Julia Recalde, se queja de que no tiene dónde trabajar y debe atender a la gente desde los pasillos e incluso desde su propio auto.
La novela de Lewicki suma así un nuevo capítulo. A raíz del video del escándalo, la gobernadora María Eugenia Vidal decidió desvincularlo del ministerio de Trabajo, donde se desempeñaba como delegado regional. Luego fue obligado a tomarse licencia del Concejo Deliberante, pero hasta estos días al edil se lo ve por el recinto.
Es que Lewicki se niega a irse ya que considera que la licencia será algo temporal, por lo que decidió no vaciar su despacho e incluso se llevó las llaves. Julia Recalde, su reemplazante, se queja de que no tiene acceso a la que debiera ser su oficina y debe “atender a la gente desde el auto”.
Sus compañeros de bloque avalan la situación en la que se encuentra Lewicki y aseguran a LPO que “el tema se solucionará” en los próximos días. Es que –según argumentan, estaba arreglado que él dispondría del despacho hasta fin de mes. En tal sentido, acusan a Recalde de armar un “circo político” para victimizarse y en un nuevo capítulo de la interna que arrastran entre ellos por el armado de las listas, desde que ambos formaban parte de las filas del Frente Renovador.


La lectura de algunos concejales es que Recalde quiere meter leña al fuego y de ese modo presionarlo para que renuncie. Es que Lewicki tiene una licencia provisoria y –defienden su postura- cuando tenga una “suspensión firme” va a poder disponer del despacho. Además, critican a la concejal porque todavía no se presentó en comisiones y se queja de no tener despacho propio. “Adentro del Concejo hay otras oficinas que también se pueden usar”, dicen por lo bajo e insisten en que ella debe arreglar la situación con el secretario del Concejo, no con sus compañeros de bloque.
Según sus allegados, el argumento de Lewicki para llevarse la llave es que toda su documentación y artículos personales se encuentran allí y como él “no fue echado del Concejo” no tiene motivos para desocupar el lugar. “Tiene una causa administrativa. Del Concejo se tomó licencia y lo que se hizo fue crear una comisión investigadora que está en proceso”. De ese modo, Lewicki se encuentra en un limbo y si bien no participa de las sesiones, tampoco se va del todo del Concejo. El edil especula con que una vez que se resuelva todo el conflicto volverá a su puesto.
En paralelo, el escándalo de Lewicki le sigue trayendo dolores de cabeza al macrismo e incluso a la gobernadora Vidal. A través de un comunicado, los militantes de la Juventud Católica del PRO de Avellaneda anunciaron que abandonan el espacio "desilusionados con la diputada nacional Gladys González y el actual presidente del Bloque Cambiemos en el Concejo Deliberante, Diego Malito -perteneciente a nuestra comunidad religiosa en la parroquia Nuestra Señora María del Rosario del Padre Fernando Abraham- y los concejales de su bloque, por proteger y defender el accionar del concejal Daniel Lewicki".

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