Exacciones ilegales en las habilitaciones de comercios.
Los Al Capone de La Costa
Los Al Capone de La Costa
El 22/11/2016, en el comercio de Granja de San Juan y Querini, San Bernardo, de Ernesto Bessi, se apersonaron tres inspectores del Municipio que con diversos reclamos y observaciones procedieron a clausurar el comercio e incautar productos alegando que no estaban rotulados.
Se presentaron las disculpas pertinentes, se ofrecieron a abonar las multas de Bromatología, etc. en la búsqueda de resolver los inconvenientes que impidieran su funcionamiento.Al día siguiente, mientras rehacían un Durlock motivo de las observaciones de los inspectores, pretendieron sancionarlos además por tener las puertas abiertas violando la clausura.
Luego de múltiples discusiones saltó el objeto del reclamo.... "Si querés la habilitación tenés que poner 20.000 $.
Ernesto Bessi, se negó a satisfacer la exigencia extorsiva y la clausura quedó firme, anulando por completo su fuente de ingresos, los salarios de los empleados y afectando gravemente el capital invertido.
Luego de múltiples discusiones saltó el objeto del reclamo.... "Si querés la habilitación tenés que poner 20.000 $.
Ernesto Bessi, se negó a satisfacer la exigencia extorsiva y la clausura quedó firme, anulando por completo su fuente de ingresos, los salarios de los empleados y afectando gravemente el capital invertido.
Procedió a efectuar las denuncias penales pertinente, conversaron con la Juez de Faltas, Adriana Mira, ratificaron la denuncia identificando a los inspectores en la declaración y están cumpliendo con todos los requisitos exigidos, sin recurrir al asesoramiento letrado por falta de dinero y no poder costearlo.
Mientras esto ocurría se acercaron unos 30 comerciantes que les contaron historias semejantes unque por miedo no hicieron las denuncias; temían que les destruyeran lo locales o los inhabilitaran por largo tiempo.
Estas actitudes son típicas de la mafia de Chicago de los años 30; obviamente la modernidad no nos alcanzó pero las extorsiones han dejado su huella cultural.
Mientras esto ocurría se acercaron unos 30 comerciantes que les contaron historias semejantes unque por miedo no hicieron las denuncias; temían que les destruyeran lo locales o los inhabilitaran por largo tiempo.
Estas actitudes son típicas de la mafia de Chicago de los años 30; obviamente la modernidad no nos alcanzó pero las extorsiones han dejado su huella cultural.
Estamos a la espera de las copias de las denuncias efectuadas para darlas a la luz pública.
Quizás así se pueda frenar este tipo de actividades extorsivas.
Quizás así se pueda frenar este tipo de actividades extorsivas.
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