Admisión de un rotundo fracaso en Salud de La Costa

¿Dónde nos han conducido nuestros funcionarios?

¿Tenemos conciencia del calamitoso estado sanitario de La Costa?

¿Por qué recurrimos al Triage en el partido de La Costa?



La presencia simultánea de un número indeterminado de pacientes en demanda de asistencia médica urgente plantea grandes dificultades organizativas para adecuar la oferta a la demanda. Ello obliga a la búsqueda de todas las soluciones posibles en beneficio de la mayoría. La clasificación según criterios de gravedad es la mejor opción posible en estas circunstancias.
Esta definición nos deja el concepto fundamental: el Triage fue diseñado para situaciones excepcionales de exceso de demanda asistencial cuando la oferta de servicios es muy limitada.
En el partido de La Costa la demanda en salud supera la oferta asistencial EN CONDICIONES DE HABITUALIDAD, que se eleva a niveles máximos en temporada estival con la afluencia del turismo; imaginemos que tengamos que asistir a heridos en accidentes de tránsito en que estén involucrados uno o más colectivos.
A partir de estos dos conceptos, nos vemos obligados a reconocer que el sistema de salud de base es insuficiente e ineficaz; las guardias de los hospitales son servicios en los que encontraremos hostilidad, falta de compasión, falta de preparación técnica y profesional en ambientes con mala higiene y escasa cobertura médica.
El triage es una toma de decisión grave, basada en una información incompleta, ejecutado en medio hostil y dramático, bajo presión emocional, ante un número indeterminado de lesionados de carácter pluripatológicos y con medios limitados.
Es una toma de decisión porque debemos elegir entre diferentes cadenas asistenciales, relacionadas con el transporte, la atención continuada y la selección del centro médico de referencia.
La valoración resulta incompleta porque el análisis sistemático es estandarizado, rápido, objetivo, conciso y dirigido a valorar las capacidades de supervivencia inmediata. No se contemplan patologías previas, no existen datos complementarios ni apoyos al diagnóstico. Por eso debe ser ejecutado por un personal con un perfil específico, con mucha experiencia y con autoridad moral.

El hospital es en nuestros tiempos el referente final de los criterios de clasificación y en sus servicios de urgencia se establece un modelo que facilita el que aquellas víctimas cuyo plazo terapéutico sea menor tendrán un acceso más rápido a los medios asistenciales a expensas de aquéllos cuyo plazo sea mayor.
La dispersión de los pacientes entre diferentes hospitales de una misma región según criterios asistenciales y capacidades del centro receptor, es de una enorme rentabilidad lo que ha hecho que aún en nuestros días la clasificación versus triage goce de plena vigencia y sus aplicaciones abarquen espacios tan diferentes como zonas de conflicto, grandes catástrofes, puertas de hospital o la atención a múltiples víctimas.
En los países desarrollados y especialmente en sus áreas metropolitanas la clasificación está muy asociada al transporte con criterios de dispersión por patologías específicas (centros de trauma, centros de quemados, neurocirugía, cirugía torácica, hospitales infantiles, etc.). Con ello se consigue no colapsar los grandes centros hospitalarios y que hospitales y clínicas de un nivel más bajo participen activamente en la atención general.
El sistema propuesto exige  diferenciar entre criterios de gravedad y prioridad asistencial, y la asistencia estará condicionada a los recursos disponibles ya que no se deben distraer medios limitados en pacientes con escasa posibilidad de sobrevida y que podrían beneficiar mucho a una población menos grave.
El sistema se caracteriza por el flujo anterógrado de las víctimas, en una sola dirección, no tolera retroceder a pasos previos;  por doloroso que sea,  paciente clasificado no accederá a una reclasificación (cosa juzgada).
El triage clásico de la primera guerra mundial ha evolucionado en el tiempo; actualmente los sistemas hospitalarios brindan un abanico de posibilidades conocido como triage combinado en dos escalones bien diferenciados.
Este sistema actualizado parte del supuesto que un Hospital debe tener un plantel profesional permanente en Clínica Médica, Cirugía, Pediatría, Maternidad, Traumatología.

Esta conjunción de medios y profesionales no es lo común en La Costa razón por la que deberemos conformarnos con sistemas Triage de la era Napoleónica.

Nota del editor:
Me ha sido enviado un link en el que el Dr. Marcos García propuso en la campaña electoral pasada el sistema de triage para la asistencia pediátrica.
Para la comunidad de La Costa es de vital importancia acceder a ese proyecto, considerar su factibilidad y así valorar la calidad de la propuesta. Obviamente deberemos compararla y analizarla con la propuesta por el Intendente y su asesor Sanitarista Dr. Arnaldo Medina.
La calidad y complejidad de los proyectos deben ser públicas para que podamos premiar al mejor con nuestro sincero reconocimiento.

Referencia bibliográfica:
Emergencias y catástrofes, Vol 2, Núm 3, 2001, pp 125-133 C. Álvarez Leiva, J. Macías Seda (Prof. Asociado. Escuela Universitaria de Enfermería. Universidad de Sevilla)

Comentarios