Pocas horas después de los violentos episodios en la Legislatura Nacional como la Provincial los editores del Charter y El observador del Tuyú inician el esbozo de un debate sobre el difícil momento de la Argentina.
"¿Es admisible que diputados que no representan a la mayoría, una masa popular sindical, agrupaciones que fueron ampliamente derrotadas en las últimas elecciones legislativas, sindicalistas eternizados en sus sillones que no renuevan su autoridad y , en muchos casos, son incapaces de llevar adecuadas administraciones sean LOS CONDICIONANTES DE LA APROBACIÓN DE UNA LEY DESTINADA A REGIR LA NACIÓN?"
¿Que Establece nuestra Constitución?
Artículo 22.- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.
El jueves fue un día de furia en la vida política del país. En medio de las imágenes que se sucedieron sin respiro, hay una muy elocuente: la de los que celebran la conquista obtenida.
Cuando los gritos aún no se habían acallado totalmente los editores expresaban por el Charter:
Sobre el final del análisis se planteó un interrogante:
¿Que Establece nuestra Constitución?
Artículo 22.- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.
El jueves fue un día de furia en la vida política del país. En medio de las imágenes que se sucedieron sin respiro, hay una muy elocuente: la de los que celebran la conquista obtenida.
Tras provocar el levantamiento de la sesión que iba a convertir en ley la reforma previsional, allí están, confundidos en un abrazo, el diputado kirchnerista Agustín Rossi y José Ignacio de Mendiguren, hombre de Sergio Massa. Al costado, Axel Kicillof comparte alegrías con Facundo Moyano. Más atrás, rodeados de otros compañeros exultantes, Felipe Solá conversa (serio, en este caso) con el diputado de izquierda Nicolás del Caño. ¿Qué festeja el grupo? Festeja lo que en verdad fue una de las jornadas más tristes y bochornosas que tuvo el Congreso desde el regreso de la democracia. Una minoría que no acepta perder dinamitó, hasta hundirla, una sesión en la que se iba a tratar y votar una ley con aspectos controvertidos, como el cambio de fórmula de actualización de las jubilaciones. Esa minoría desestimó el debate, despreció la palabra, le dio la espalda a las instituciones de la democracia y mediante actos violentos logró lo que se proponía. Eso festeja ese grupo
Pero la imagen dice algo más. Los sucesos de anteayer confirman que el problema del peronismo es también el dilema de este gobierno y de todo el país. Fragmentado, sin liderazgo, desorientado por las derrotas electorales que lo alejaron del poder y resistiendo desde los bastiones territoriales que conserva, el peronismo vive en estos días su etapa líquida: hoy adopta una forma y mañana, otra. Del mismo modo, los compromisos que una de sus cabezas firma quedan pronto diluidos en razón de que nada en ese cuerpo de mil rostros adopta una forma estable y más o menos discernible. Los únicos que saben lo que quieren y apuntan decididos hacia allí son los kirchneristas, encolumnados detrás de la fiebre de su jefa. En ese mundo líquido marcado por el desconcierto y la derrota mal digerida, donde están en peligro privilegios decantados durante décadas, la convicción ciega de la ex presidenta puede confundir incluso a las cabezas más racionales, que junto a los oportunistas de siempre se aferran a Cristina para sentirse al menos un poco más sólidos, olvidando que fue ella la que profundizó durante su gobierno las contradicciones de los hijos de Perón, tanto como su descrédito. Así, aferrados a ella, en medio de la confusión, atentan contra la democracia.
Impelido por la sombra de la prisión que se cierne sobre muchos, incluida la jefa, el kirchnerismo intenta por fuera lo que casi logra desde adentro: quebrar el sistema. La reforma previsional es discutible, como todo, pero el jueves ganaron los que juegan a destruir. La imagen de Leopoldo Moreau, Máximo Kirchner, Andrés Larroque y otros increpando al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, e incluso arrebatándole la palabra, era el espejo de la violencia que había afuera del Congreso, protagonizada por kirchneristas y las facciones más extremas del sindicalismo y la izquierda. Contaron con la complicidad de diputados como Victoria Donda y Graciela Camaño, que desde sus bancas también hicieron lo suyo para que todo terminara como terminó.
Las falsedades más flagrantes pasan si se sueltan con convicción, un brillo extraviado en los ojos y el puño cerrado en alto. La vida adquirió velocidad y hemos perdido la capacidad de unir causas y consecuencias. En el puro presente de la trama mediática en la que vivimos, el grito impostado de hoy borra el hecho o la evidencia de ayer. Muchos de los que ahora se rasgan las vestiduras por los jubilados son en verdad parte del problema: durante su paso por el poder, el kirchnerismo duplicó la cantidad de jubilados al incorporar al sistema a aquellos sin aportes o con aportes parciales, se apropió de la caja de la Anses para hacer política, congeló durante años los haberes y luego no cumplió con las sentencias de los juicios previsionales que esa medida generó.
¿Recordamos lo que establece nuestra constitución?
Peor aún...¿la respetamos y obedecemos?
Los diputados Kirchneristas cuando asumieron ¿Por quién juraron? Simplemente por sus intereses políticos partidarios.
Entonces, ¿quiénes podrán reclamarle por sus faltas éticas, morales y constitucionales? Sólo los miembros del partido.
Parece chiste, pero es la síntesis de su conducta perversa buscando el quiebre del sistema para que todos los delitos de la líder queden impunes.
Estos individuos no pueden ser nuestros representantes, no me representan
Macri tiene gravísimos problemas de comunicación, y le abre la puerta al rebaño FPV.
Kristina está siendo cercada y apremiada cada día más por la Justicia.
La expresión de la violencia en las calles no es sólo un mensaje para el Gobierno de Macri, es para el pueblo, la Justicia y demás instituciones.
Intimidación, pura y llana.
No veo otra salida que el cumplimiento a rajatabla de la constitución, que la Justicia acorte los tiempos y resuelva de una vez por todas si Kristina es culpable y si debe ser recluida como un vil delincuente al igual que los miembros de su gabinete ya detenidos.
La lentitud en las sanciones y eventuales condenas de la ex-presidente no hace más exhibir ante el pueblo el poder residual del FPV.
Nuestra sociedad está enferma, muy enferma; no impera la razón, las normas, la constitución ni las leyes.
Toda la sociedad necesita definir....
Eduardo Arias.
Daniel Cantoni
Héctor M. Guyot (La Nación)
Impelido por la sombra de la prisión que se cierne sobre muchos, incluida la jefa, el kirchnerismo intenta por fuera lo que casi logra desde adentro: quebrar el sistema. La reforma previsional es discutible, como todo, pero el jueves ganaron los que juegan a destruir. La imagen de Leopoldo Moreau, Máximo Kirchner, Andrés Larroque y otros increpando al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, e incluso arrebatándole la palabra, era el espejo de la violencia que había afuera del Congreso, protagonizada por kirchneristas y las facciones más extremas del sindicalismo y la izquierda. Contaron con la complicidad de diputados como Victoria Donda y Graciela Camaño, que desde sus bancas también hicieron lo suyo para que todo terminara como terminó.
Las falsedades más flagrantes pasan si se sueltan con convicción, un brillo extraviado en los ojos y el puño cerrado en alto. La vida adquirió velocidad y hemos perdido la capacidad de unir causas y consecuencias. En el puro presente de la trama mediática en la que vivimos, el grito impostado de hoy borra el hecho o la evidencia de ayer. Muchos de los que ahora se rasgan las vestiduras por los jubilados son en verdad parte del problema: durante su paso por el poder, el kirchnerismo duplicó la cantidad de jubilados al incorporar al sistema a aquellos sin aportes o con aportes parciales, se apropió de la caja de la Anses para hacer política, congeló durante años los haberes y luego no cumplió con las sentencias de los juicios previsionales que esa medida generó.
¿Recordamos lo que establece nuestra constitución?
Peor aún...¿la respetamos y obedecemos?
Los diputados Kirchneristas cuando asumieron ¿Por quién juraron? Simplemente por sus intereses políticos partidarios.
Entonces, ¿quiénes podrán reclamarle por sus faltas éticas, morales y constitucionales? Sólo los miembros del partido.
Parece chiste, pero es la síntesis de su conducta perversa buscando el quiebre del sistema para que todos los delitos de la líder queden impunes.
Estos individuos no pueden ser nuestros representantes, no me representan
Macri tiene gravísimos problemas de comunicación, y le abre la puerta al rebaño FPV.
Kristina está siendo cercada y apremiada cada día más por la Justicia.
La expresión de la violencia en las calles no es sólo un mensaje para el Gobierno de Macri, es para el pueblo, la Justicia y demás instituciones.
Intimidación, pura y llana.
No veo otra salida que el cumplimiento a rajatabla de la constitución, que la Justicia acorte los tiempos y resuelva de una vez por todas si Kristina es culpable y si debe ser recluida como un vil delincuente al igual que los miembros de su gabinete ya detenidos.
La lentitud en las sanciones y eventuales condenas de la ex-presidente no hace más exhibir ante el pueblo el poder residual del FPV.
Nuestra sociedad está enferma, muy enferma; no impera la razón, las normas, la constitución ni las leyes.
Toda la sociedad necesita definir....
¿Dónde está el poder?
¿En las leyes e instituciones democráticas
o en la violencia de las calles?
Eduardo Arias.
Daniel Cantoni
Héctor M. Guyot (La Nación)
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