El negocio lúdico de la provincia, una de las cajas más jugosas de la gestión de María Eugenia Vidal , está repartido entre un puñado de "grandes jugadores" que conviven con bingueros medianos y pequeños. Todos tienen recaudaciones millonarias y engrosan las arcas provinciales con altos cánones e impuestos. La decisión de la gobernadora de "desfomentar" el juego inquieta solo a una minoría: la mayoría de los explotadores tiene licencias, como mínimo, hasta 2021.
Los dos "popes" del juego provincial son Boldt y Codere, aunque con regímenes distintos. La primera, de la familia Tabanelli, es la proveedora de los tragamonedas en 9 de los 12 casinos que tiene la provincia. Explotan unas 3500 máquinas en salas como el Central de Mar del Plata y el Casino del Mar (en el Hermitage). En Tigre (Trillenium) y en Tandil, proveen, además, el edificio.
Presidida por Guillermo Gabella, para Boldt el juego bonaerense es solo uno de sus negocios. Tiene casinos en el interior del país y provee software para controlar las apuestas en agencias, a lo que suma importantes servicios de telecomunicaciones.
Boldt tiene presencia en la provincia desde 1995 y los sucesivos gobernadores prorrogaron su contrato, sin licitación. Tras el caso Ciccone, que los encontró en el ojo de la tormenta, las renovaciones se fueron acortando, hasta que la última se redujo a seis meses. La empresa se queda con el 40% del net-win de las máquinas (apuestas menos premios) y con el 50%, en los casos donde provee el complejo.
La decisión de Vidal de licitar su contrato será un golpe al negocio de Boldt, aunque a la empresa no le tiembla el pulso. Esta decidida a participar de esa puja y sabe que sus contendientes pueden tener complicaciones legales y económicas para competir.
Con ingresos por $800 millones al año, Codere es la empresa que pisa fuerte en los bingos. Tiene 14 de las 46 salas de la provincia. De origen español, la firma es una gigante en Europa y es controlada hoy por fondos de inversión extranjeros. Se especula que los fondistas podrían nombrar al argentino Vicente Di Loreto como CEO del grupo.
Codere le paga a la provincia un canon del 34% sobre las ventas, más un 15% de Ingresos Brutos. Como el resto de los bingueros, las concesiones de Codere en los bingos van más allá de 2021: el ex gobernador Daniel Scioli negoció esas prórrogas jugosas en 2014, cuando tuvo la caja en rojo.
En Loterías de la Provincia, comandada por Matías Lanusse, aseguran que la única excepción a esa regla es el bingo de Temperley, cuya concesión habría vencido en 2017. Es la única sala que planea cerrar Vidal, en su intención de achicar el mercado lúdico. Caso contrario, podría tener problemas legales, por los derechos adquiridos.
Bingueros
El resto de los bingos de la provincia está en manos de empresarios con menor alcance pero de mayor perfil. Daniel "Tano" Angelici, el hombre que más molesta a Elisa Carrió por sus vínculos con el fútbol y con la Justicia, controla el bingo de Pergamino y una parte del de Ramallo.
En la gobernación bonaerense repiten que Angelici no es más que un actor de reparto. Y recuerdan que Vidal prohibió la apertura del bingo de puente La Noria, que tenía al presidente de Boca como uno de sus interesados.
Daniel Mautone, hombre de confianza del "Tano" y vicepresidente de la cámara empresaria, incide en el bingo de Chivilcoy y en las salas de San Bernardo, Santa Teresita, Mar de Ajó y San Clemente.
Si bien su fuerte está en la ciudad, la UTE integrada por Hapsa (Hipódromo de Palermo) y Ricardo Benedicto (ex socio de Cristóbal López) controla en territorio bonaerense los bingos de Los Polvorines, Olavarría y Ezeiza. Otro jugador es el Grupo Midas, del histórico binguero Jorge Pereyra, con los bingos de Ciudadela, Merlo y Caseros. Todos seguirán con sus contratos vigentes. Aunque Vidal los mira de cerca, por ahora tienen la partida asegurada.
Sube la disputa por el acuerdo Angelici-Nosiglia. El vicepresidente 1º del bloque de Vamos Juntos en la Legislatura porteña, Maximiliano Ferraro, que es considerado un hombre que responde a Elisa Carrió, defendió la decisión del oficialismo en la ciudad de Buenos Aires de impedir que Martín Lousteau compita en la interna partidaria. Es un capítulo más de la escalada entre Carrió y la UCR porteña por el acuerdo entre Daniel Angelici y Enrique "Coti" Nosiglia. Guillermo de Maya, jefe del radicalismo porteño, cuestionó el "ensañamiento" de Horacio Rodríguez Larreta con Lousteau.
LANACION.COM.AR
Los dos "popes" del juego provincial son Boldt y Codere, aunque con regímenes distintos. La primera, de la familia Tabanelli, es la proveedora de los tragamonedas en 9 de los 12 casinos que tiene la provincia. Explotan unas 3500 máquinas en salas como el Central de Mar del Plata y el Casino del Mar (en el Hermitage). En Tigre (Trillenium) y en Tandil, proveen, además, el edificio.
Presidida por Guillermo Gabella, para Boldt el juego bonaerense es solo uno de sus negocios. Tiene casinos en el interior del país y provee software para controlar las apuestas en agencias, a lo que suma importantes servicios de telecomunicaciones.
Boldt tiene presencia en la provincia desde 1995 y los sucesivos gobernadores prorrogaron su contrato, sin licitación. Tras el caso Ciccone, que los encontró en el ojo de la tormenta, las renovaciones se fueron acortando, hasta que la última se redujo a seis meses. La empresa se queda con el 40% del net-win de las máquinas (apuestas menos premios) y con el 50%, en los casos donde provee el complejo.
La decisión de Vidal de licitar su contrato será un golpe al negocio de Boldt, aunque a la empresa no le tiembla el pulso. Esta decidida a participar de esa puja y sabe que sus contendientes pueden tener complicaciones legales y económicas para competir.
Con ingresos por $800 millones al año, Codere es la empresa que pisa fuerte en los bingos. Tiene 14 de las 46 salas de la provincia. De origen español, la firma es una gigante en Europa y es controlada hoy por fondos de inversión extranjeros. Se especula que los fondistas podrían nombrar al argentino Vicente Di Loreto como CEO del grupo.
Codere le paga a la provincia un canon del 34% sobre las ventas, más un 15% de Ingresos Brutos. Como el resto de los bingueros, las concesiones de Codere en los bingos van más allá de 2021: el ex gobernador Daniel Scioli negoció esas prórrogas jugosas en 2014, cuando tuvo la caja en rojo.
En Loterías de la Provincia, comandada por Matías Lanusse, aseguran que la única excepción a esa regla es el bingo de Temperley, cuya concesión habría vencido en 2017. Es la única sala que planea cerrar Vidal, en su intención de achicar el mercado lúdico. Caso contrario, podría tener problemas legales, por los derechos adquiridos.
Bingueros
El resto de los bingos de la provincia está en manos de empresarios con menor alcance pero de mayor perfil. Daniel "Tano" Angelici, el hombre que más molesta a Elisa Carrió por sus vínculos con el fútbol y con la Justicia, controla el bingo de Pergamino y una parte del de Ramallo.
En la gobernación bonaerense repiten que Angelici no es más que un actor de reparto. Y recuerdan que Vidal prohibió la apertura del bingo de puente La Noria, que tenía al presidente de Boca como uno de sus interesados.
Daniel Mautone, hombre de confianza del "Tano" y vicepresidente de la cámara empresaria, incide en el bingo de Chivilcoy y en las salas de San Bernardo, Santa Teresita, Mar de Ajó y San Clemente.
Si bien su fuerte está en la ciudad, la UTE integrada por Hapsa (Hipódromo de Palermo) y Ricardo Benedicto (ex socio de Cristóbal López) controla en territorio bonaerense los bingos de Los Polvorines, Olavarría y Ezeiza. Otro jugador es el Grupo Midas, del histórico binguero Jorge Pereyra, con los bingos de Ciudadela, Merlo y Caseros. Todos seguirán con sus contratos vigentes. Aunque Vidal los mira de cerca, por ahora tienen la partida asegurada.
Sube la disputa por el acuerdo Angelici-Nosiglia. El vicepresidente 1º del bloque de Vamos Juntos en la Legislatura porteña, Maximiliano Ferraro, que es considerado un hombre que responde a Elisa Carrió, defendió la decisión del oficialismo en la ciudad de Buenos Aires de impedir que Martín Lousteau compita en la interna partidaria. Es un capítulo más de la escalada entre Carrió y la UCR porteña por el acuerdo entre Daniel Angelici y Enrique "Coti" Nosiglia. Guillermo de Maya, jefe del radicalismo porteño, cuestionó el "ensañamiento" de Horacio Rodríguez Larreta con Lousteau.
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