SAE, problemas por falta de control administrativo. La comunidad como solución.

El Miércoles 04/04/2018 concurrimos,a una sesión del Consejo Escolar que prometía ser "agitada", ya que el cuerpo había dado a publicidad un comunicado de prensa  denunciando la vulneración de los derechos de los niños costeros.

Este comunicado habla especialmente de la situación socio-político-económica nacional, detalla un estimado de mayores nº de cupos (en disconformidad con los consejeros de la oposición que proponen una inmediata auditoría), pero no objeta la calidad de administración que provoca pérdida y vencimiento de productos alimentarios.

Desde el comienzo se notaba animadversión hacia dos consejeros de la oposición, Matías Porta e Ignacio Reimondez. Estuvieron a punto de ser excluidos de la reunión por una llegada tarde inferior a los 10 minutos bajo la figura de  "ausente sin aviso".

Cuando empezó la sesión el presidente Daniel Blanco, auxiliado muchas veces por  Marina Snopik, insistió en que la necesidad  ha aumentado en el orden de 626 cupos de comedor y 6687 de desayuno y merienda.

El consejero Matías Porta estimaba que las cifras eran inexactas; había efectuado consultas con las autoridades provinciales respecto a las cifras declaradas por la presidencia del Consejo e informó que se iba a efectuar una auditoría sobre  la necesidad mencionada de cupos; afirmó que en algunos colegios sobraban  y que estaba sobredimensionada la magnitud del déficit en desayunos y meriendas.
Surgió una intensa discusión ya que el Presidente Blanco y su equipo insistía en que no era función del Consejo controlar los cupos pedidos por los colegios, que no cumplían roles de policía ni auditores.
El Consejero Porta insistía en que las necesidades de los colegios respecto a los cupos era un proceso dinámico que debía ser auditado ya que por cálculos que había realizado había números que no le cerraban.

Marina Snopik manifestó enérgicamente que no le iba a pedir el nombre a los chicos para saber si le daban una taza de té y un pedazo de pan.
La respuesta fue obvia, no se iba a pasar lista para que comieran, sino tener una lista de consumo previsible para que todos pudieran comer  lo que correspondía; era la conducta elemental para una mejor administración del servicio.

Avisó al presidente del Consejo que en el curso de la mañana recibiría una llamada directa del responsable del SAE, la que se efectivizó poco tiempo después.

De la intensa discusión no pudimos sacar nada en limpio aunque  nos hirió profundamente :

1. Se llegó a descartar leche por vencimiento .
2. Se tiró verdura no procesable para freezar.
3. Se tiró queso a la basura por pérdida de la cadena  de frío.
4. No hay control de peso de las entregas de productos.
5. No se rechazan los elementos en mal estado.
6. No existen los protocolos de recepción de alimentos
7. No existen protocolos de actualización de cupos.
8. No existen protocolos sobre la cocción de los alimentos

El gobierno provincial percibe este tipo de problemas pero no sabe cómo enfrentarlo ni, mucho menos,  resolverlo.

La idea que está considerando es la municipalización del servicio de comedores; así se liberan del costo político que conlleva el SAE mal administrado periféricamente.
Pero los del Municipio no nacieron ayer, el problema lo tienen bien claro, aprovecharán los fondos provinciales, y tendrían a su merced un potente motor para la política clientelar, todo es cuestión de adaptarse a una situación potencialmente conveniente:
a) Si el sistema reformado anda mal, la responsabilidad es de la provincia y ellos son los adalides populares que protegen a los niños.
b) Si el sistema funciona bien el éxito es del partido del Municipio

Pero el problema de control NO ES RESUELTO en cualquiera de las dos opciones. Es momento de tomar conciencia que el plan está bien orientado pero que administrativamente está pésimamente controlado y peor ejecutado resultando en un programa oneroso e ineficaz.

La conclusión es muy clara:

• El que tiene el poder de manejar los cupos del SAE gana un notable poder político entre la población más necesitada, conformando así un grupo social accesible para el clientelismo.
• El que maneja los cupos no tiene interés en que el programa se pueda sostener en el tiempo porque políticamente NO le conviene; el rédito sería para Cambiemos y el FPV perdería fuerza en el terreno que necesita conservar para subsistir partidariamente.
• Jamás el grupo dominante del SAE permitirá controles, ni siquiera que se hagan controles de perfil externo, por obvias razones.
• Generar desorden público no sería extraño, ya estamos acostumbrados.

Este análisis parece disparatado y totalmente fuera de lugar pero es momento de repasar el último párrafo del comunicado eminentemente político del Consejo Escolar:

Los consejeros escolares de la oposición se interesaron por las notas de reclamo que el presidente del consejo debería haber efectuado; en ese momento tomaron conciencia en que los reclamos muchos fueron telefónicos y no de manera escrita.

El Comunicado de Prensa está redactado en el lenguaje político partidario de Unidad Ciudadana (FPV-K); reclaman por sus derechos pero no se ocupan por ejercer los controles que el sistema requiere (afirman que no les corresponde).

A fin de salvar este déficit se podría analizar  crear una comisión de padres SAE a los que se les puede entregar la supervisión del servicio brindado, siguiendo los pasos de un protocolo de control creado por SAE Central..
No hay mejor control alimentario que el hecho por los padres preocupados por sus hijos.

Para pensar y resolver. No hay que permitir que nuestros hijos sean utilizados como peones en una brega política.
Es la Argentina que debemos cambiar.

DEC   ---   EA
El observador del Tuyú
Fm Mas 88.7