El árbol que oculta el bosque

CAPÍTULO 1.

El primer árbol que vemos, el económico actual.


El descalabro económico que explotó en Santa Rosa impresiona como complejo, difícil de resolver y peor aún, muy doloroso para la población e insostenible para los más desprotegidos.
Tal es la magnitud del problema que ya no creo en la responsabilidad exclusiva de Cristina Kirchner; creo que su responsabilidad fue total y absolutamente magnificada por la incompetencia de los equipos económicos de Cambiemos.


Néstor Kirchner había conseguido durante su gestión un superávit primario jamás visto en nuestro país al coincidir un excelente y elevadísimo precio internacional de la soja.
Cuando Cristina le sigue en el poder, empieza a repetirse la historia de incrementar el gasto público sin control generando un marcado déficit primario (gasto-recaudación fiscal) que se fundaba básicamente en Jubilaciones, Subsidios y Gasto de Capital.
El rubro de Jubilaciones fue descalabrado por la Reforma Previsional que incorporó de 4 millones de personas y aplicó una fórmula que Melconián califica de inviable y explosiva en una población sin aportes. Esto fue agravado por la decisión política de Macri de la reparación histórica que complicó mucho más la situación.
El gasto también fue afectado por los subsidios a luz, gas y transporte que todavía no fue resuelto a pesar de haber gobernado 33 meses.


Para financiar el gasto público descomunal, se consiguieron préstamos que al saldar las deudas volvían al mercado con un efecto semejante a emisión indirecta de moneda la que inmediatamente pasaba a nutrir el proceso inflacionario. Para controlar el índice inflacionario recurrieron a las Lebacs y Letes  que ofrecían tasas superiores a la inflación, generando una deuda descomunal porque cuando se cancelaban volvían a comprar dólares que, si se mantenía relativamente estable, permitían al inversor la conversión en dólares con la tasa semejante a las Lebacs o Letes pero en dólares.
Conclusión: las Letes y Lebacs se constituyeron en un brillante negocio para los especuladores que encontraron en ellas una rentabilidad muy superior a cualquier otro tipo de inversión productiva (perniciosa en dos frentes).




De esta manera quedaban tres constituyentes del gasto público a neutralizar, a saber: mercado cambiario (ahorro ciudadano2/3, turismo 1/3) financiamiento fiscal y el de las Lebacs que constituyen un monstruo que alimenta a los capitales especuladores.
Quedan, además, dos interrogantes terribles para el gobierno, saber con qué inflación y nivel de actividad salimos de este proceso.
Al no blanquear desde el comienzo el estado económico real y guardar silencio sobre ellos, indirectamente el actual gabinete asumió la responsabilidad.
La misma responsabilidad le cae al jefe de gabinete y su equipito de CEOS (directores ejecutivos) que construyeron un par de planillas de Excel sobre estimaciones alejadas de la realidad. Un verdadero papelón ante autoridades monetarias internacionales.




Finalmente, los del FMI querrán saber el destino de los dólares que prestan, porque no van a tolerar que ese dinero se gaste en especulaciones financieras o turismo.



De la situación económica que nos agobia Cristina Kirchner tiene una gran responsabilidad por su descontrol en la política previsional, en la cantidad y magnitud de los subsidios agravados por las secuelas de “los cuadernos” que limitó notablemente el flujo de dinero circulante afectando las obras de infraestructura imprescindibles para la población.

Introducción La escuelita de gobierno Justicialista

CAPÍTULO 2:  Árboles mortales de segunda línea. La herencia no denunciada.

DEC

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