SAN CLEMENTE DEL TUYU | El problema hídrico -falta y obstrucción de desagües- sumado al aumento de napas que los estudios técnicos determinarán sus causas -muchos lo atribuyen a que se han limitado los desagues en la construcción de la doble vía de la ruta 11- constituyeron un cóctel explosivo que produjo reclamos y protestas que culminaron con una movilización vecinal el pasado 2 de agosto en San Clemente del Tuyú.
El reclamo era que se decrete la emergencia hídrica, se realicen obras en el corto plazo para poder salir y llegar de los domicilios a las actividades cotidianas y por último que se encaren los estudios pertinentes para hacer la obra de infraestructura necesaria que solucione el problema de fondo, para terminar con la intransitabilidad y las anegaciones que implican otros problemas: de salud, por el peligro de las contaminaciones y mosquitos, y económicos ante el riesgo de no poder alquilar las propiedades en verano ante eventuales lluvias.
Esto se dio en momentos en que se inauguraba la delegación zona sur de San Clemente del Tuyú, en el marco de un proyecto de descentralización que anunció el intendente Juan Pablo de Jesús ante los concejales en el discurso de inicio anual de sesiones del Concejo Deliberante del Partido de La Costa. Dar cuenta del crecimiento demográfico era el desafío que planteaba el intendente para el año en curso, así en este marco y en medio de las lluvias, nació la nueva delegación municipal.
Los vecinos, autoconvocados ante el problema hídrico, realizaron distintas gestiones y reuniones, en el Concejo Deliberante, la Secretaría Privada, Obras Públicas, y asambleas en los barrios del sur de la localidad. El pedido era concreto: solución en el corto plazo con una vía de entrada y salida al barrio en caso de lluvias. La gente, con razón pretende, a pesar de las inclemencias metereológicas, poder hacer su vida con normalidad, ir a sus trabajos, mandar a los niños a la escuela, etc, etc.
Con mucha habilidad, pero por sobre todas las cosas guiados por el sentido y el bien común, no se dejaron tironear políticamente, ni por quienes querían diluir o callar su reclamo, ni por quienes pretendían cortar rutas o renuncias de funcionarios. El pedido era firme y buscaba un dialogo para aportar soluciones. Muchos veces los vecinos, según las circunstancias, fueron acusados de opositores u oficialistas por unos u otros. La verdad es que los vecinos estaban lejos de querer algún beneficio político, querían seguir con sus vidas a partir de un reclamo que tenía una planificación concreta, sin prestarse a desviaciones por presiones de la opinión pública o los medios locales.
El reclamo llegó al delegado municipal Luis Pino, quien comprendió la gravedad del problema y la angustia de los vecinos, poniendo la casi totalidad de la delegación al servicio de rellenar y compactar calles, abrir zanjas de canalización de agua, colocar cruces de calles y limpiar los existentes que datan de 30 años de antigüedad cuando eran un puñado los vecinos que habitaban esta zona, y desobstruir alcantarillas y sumideros (ver informe de la delegación).
Los resultados estuvieron a la vista, con 140 milímetros de agua caída en un tiempo casi récord, con alguna dificultad se pudo entrar y salir de Playa Grande, Talas Sur y Barrio Brunacci el día sábado y el domingo ya se podía transitar. Aunque algunas zonas todavía siguen con problemas, -el mayor ejemplo de esto es la calle 108 y avenida tercera en Playa Grande-, el cambio ha sido cuantitativo.
Quienes de una u otra manera hicieron una lectura incorrecta del reclamo, pero que hoy disfrutan de los beneficios y el logro obtenido, debieran hacer una reflexión y acompañar a los vecinos en el futuro objetivo que persiguen que es tener los lineamientos y la decisión política de las autoridades de una obra de infraestructura integral, sostenible, que contemple el medio ambiente y solucione en forma definitiva el problema hidráulico en la zona.
Para quienes acompañaron la lucha y el reclamo, y quienes se pusieron a disposición para aportar soluciones, vaya nuestro reconocimiento desde la redacción de Faro Noticias, en el sur de San Clemente del Tuyú, zona inundable que con buena disposición de todos, será el hermoso lugar que muchos elegimos para vivir.
El reclamo era que se decrete la emergencia hídrica, se realicen obras en el corto plazo para poder salir y llegar de los domicilios a las actividades cotidianas y por último que se encaren los estudios pertinentes para hacer la obra de infraestructura necesaria que solucione el problema de fondo, para terminar con la intransitabilidad y las anegaciones que implican otros problemas: de salud, por el peligro de las contaminaciones y mosquitos, y económicos ante el riesgo de no poder alquilar las propiedades en verano ante eventuales lluvias.
Esto se dio en momentos en que se inauguraba la delegación zona sur de San Clemente del Tuyú, en el marco de un proyecto de descentralización que anunció el intendente Juan Pablo de Jesús ante los concejales en el discurso de inicio anual de sesiones del Concejo Deliberante del Partido de La Costa. Dar cuenta del crecimiento demográfico era el desafío que planteaba el intendente para el año en curso, así en este marco y en medio de las lluvias, nació la nueva delegación municipal.
Los vecinos, autoconvocados ante el problema hídrico, realizaron distintas gestiones y reuniones, en el Concejo Deliberante, la Secretaría Privada, Obras Públicas, y asambleas en los barrios del sur de la localidad. El pedido era concreto: solución en el corto plazo con una vía de entrada y salida al barrio en caso de lluvias. La gente, con razón pretende, a pesar de las inclemencias metereológicas, poder hacer su vida con normalidad, ir a sus trabajos, mandar a los niños a la escuela, etc, etc.
Con mucha habilidad, pero por sobre todas las cosas guiados por el sentido y el bien común, no se dejaron tironear políticamente, ni por quienes querían diluir o callar su reclamo, ni por quienes pretendían cortar rutas o renuncias de funcionarios. El pedido era firme y buscaba un dialogo para aportar soluciones. Muchos veces los vecinos, según las circunstancias, fueron acusados de opositores u oficialistas por unos u otros. La verdad es que los vecinos estaban lejos de querer algún beneficio político, querían seguir con sus vidas a partir de un reclamo que tenía una planificación concreta, sin prestarse a desviaciones por presiones de la opinión pública o los medios locales.
El reclamo llegó al delegado municipal Luis Pino, quien comprendió la gravedad del problema y la angustia de los vecinos, poniendo la casi totalidad de la delegación al servicio de rellenar y compactar calles, abrir zanjas de canalización de agua, colocar cruces de calles y limpiar los existentes que datan de 30 años de antigüedad cuando eran un puñado los vecinos que habitaban esta zona, y desobstruir alcantarillas y sumideros (ver informe de la delegación).
Los resultados estuvieron a la vista, con 140 milímetros de agua caída en un tiempo casi récord, con alguna dificultad se pudo entrar y salir de Playa Grande, Talas Sur y Barrio Brunacci el día sábado y el domingo ya se podía transitar. Aunque algunas zonas todavía siguen con problemas, -el mayor ejemplo de esto es la calle 108 y avenida tercera en Playa Grande-, el cambio ha sido cuantitativo.
Quienes de una u otra manera hicieron una lectura incorrecta del reclamo, pero que hoy disfrutan de los beneficios y el logro obtenido, debieran hacer una reflexión y acompañar a los vecinos en el futuro objetivo que persiguen que es tener los lineamientos y la decisión política de las autoridades de una obra de infraestructura integral, sostenible, que contemple el medio ambiente y solucione en forma definitiva el problema hidráulico en la zona.
Para quienes acompañaron la lucha y el reclamo, y quienes se pusieron a disposición para aportar soluciones, vaya nuestro reconocimiento desde la redacción de Faro Noticias, en el sur de San Clemente del Tuyú, zona inundable que con buena disposición de todos, será el hermoso lugar que muchos elegimos para vivir.
farodenoticias.com.ar
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