Confirmación de la corrupción
El contador reveló también que el exsecretario Daniel Muñoz llegó a retirar dos millones de dólares por semana; denunció que hay más propiedades en EE.UU.
Víctor Manzanares, el histórico contador de los Kirchner, reconstruyó en las más de 20 horas que declaró desde que inició el proceso de imputado colaborador un sistema de financiamiento.
El ex-contador del matrimonio Kirchner, Víctor Manzanares, pidió ampliar su declaración como arrepentido ante el fiscal Carlos Stornelli en la causa de los cuadernos de las coimas y regresó ayer a los tribunales de Comodoro Py con la intención de ser aceptado como imputado colaborador. Todavía no logró que el juez de la causa, Claudio Bonadio, homologue su trato. Manzanares, además, busca que su aporte sea considerado en la causa Hotesur, en la que se encuentra procesado por el fiscal Gerardo Pollicita. Desde que logró un acuerdo con Stornelli, es la segunda vez que amplía su declaración como arrepentido.
La información que brindó Manzanares, que se encuentra dentro del programa de protección de testigos e imputados colaboradores, fue considerada por los funcionarios judiciales un aporte fundamental a la causa. El contador, detenido desde julio de 2017 por la causa Los Sauces y procesado en la causa de los cuadernos por lavado de dinero, confesó a la Justicia haber recibido de parte de Daniel Muñoz, el exsecretario privado de Néstor Kirchner, un bolso con 20 millones de dólares, que él guardó en la casa de la madre del expresidente.
En los últimos meses, la Justicia puso el foco sobre el lavado de los 70 millones de dólares de Daniel Muñoz a través de la compra y venta de propiedades en Estados Unidos. Se logró reconstruir quiénes operaron y de qué manera, y Carolina Pochetti, viuda de Muñoz, terminó de brindar detalles sobre qué se hizo con gran parte del dinero.
A través de su declaración se conoció que 30 millones de dólares fueron invertidos en tierras en las islas Turks & Caicos.
Pero Manzanares amplió los montos que se buscaba ubicar, y agregó que, en realidad, se movieron unos 200 millones de dólares y dio detalles sobre cómo se lavó dinero en la Argentina a través de la compra de empresas. Una de ellas es la marca de nebulizadores SanUp, que fue comprada por Carlos Cortez, un presunto testaferro de Muñoz, por más de 30 millones de dólares.
Según Manzanares, fue Muñoz quien se encontraba detrás de esa maniobra. También brindó detalles sobre cómo se invirtió el dinero en la compra de dos playas de estacionamiento en la Capital Federal.
Manzanares también declaró que el exjuez federal Norberto Oyarbide, que debía investigar a los Kirchner por enriquecimiento ilícito en el año 2009, le indicó a él –que fue perito de parte del matrimonio presidencial en esa causa–, cómo elaborar los peritajes que luego fueron tomados como prueba para dictarles el sobreseimiento en menos de cinco meses. A partir de los dichos de Manzanares se evalúa la reapertura de esa causa.
Los presuntos testaferros de Daniel Muñoz y quienes participaron de las operaciones para lavar dinero proveniente de la corrupción quedaron procesados por lavado de dinero.
El juez y los fiscales de la causa consideran que se trata del dinero que se investiga en el tramo inicial de esta causa, obtenido a través del cobro de coimas a empresarios contratistas del Estado para la adjudicación de contratos de obra pública. La expresidenta Cristina Kirchner está procesada como jefa de esa asociación ilícita, cuya ejecución se extendió durante el mandato de Néstor Kirchner y durante sus dos mandatos como jefa del Estado.
Víctor Manzanares conoció en profundidad, durante muchos años, los números de los Kirchner. Su padre fundó el estudio contable Manzanares Montané SCA a través del cual conoció a Néstor Kirchner, que se acercó en 1977 para contratar sus servicios.
Entonces el vínculo creció e incluso después de la muerte del expresidente, el contador se mantuvo cerca de Cristina. En el marco de la causa Hotesur, Manzanares reconoció que alteró los libros contables y societarios de la firma hotelera con Liquid Paper, a pedido de la expresidenta. Su lealtad hacia los Kirchner terminó de diluirse durante los dos años que pasó en prisión. Ahora, está dispuesto a revelar los secretos.
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